Invertir en crisis, sembrar para el futuro
Christophe Laure anima a las empresas a hacer lo posible para diferenciarse y descubrir nuevas oportunidades. Defiende que la difícil situación actual no puede ser excusa para paralizar las actuaciones previstas.
Ante una situación de crisis, como la económica que enfrentamos hoy en día, aplico siempre tres palabras que me han permitido permanecer derecho cuando las cosas comenzaban a ir torcidas: reinventarse o morir. Desde que iniciara mi andadura en el sector hotelero, caracterizado como otros por vaivenes continuos, he aprendido que en momentos de crisis, tal y como decía Albert Einstein, "sólo la creatividad es más importante que el conocimiento".
Pensar en esas dos palabras clave, reinventar y creatividad nos lleva casi inexorablemente a una conclusión: para salir de cualquier atolladero es necesario buscar nuevas alternativas que se diferencien de las ya aplicadas y, si puede ser, también de las de nuestra competencia. Aunque mucha gente opina lo contrario, no está todo inventado. Una buena idea llevada a cabo con sentido común, trabajo y esfuerzo puede salvar del desastre al que estaba más hundido.
En muchas empresas se achaca el fracaso a la situación o al entorno y en muchos casos también, por supuesto no me atrevo a decir lo contrario, se cree que son la razón principal de la bancarrota pero, ¿hicieron sus gestores todo lo que estaba en su mano para salir adelante?, ¿se reinventaron, o dejaron que todo aquello en lo que creían falleciera a su lado?, ¿invirtieron su esfuerzo, su dinero, su capital creativo en hacer frente a los demonios del entorno?, ¿descubrieron oportunidades nuevas?
Da un poco de miedo utilizar la palabra inversión en un momento en que el grueso de la actividad empresarial decide cerrar el grifo al flujo de dinero dando paso a la máxima austeridad. Pero ¿desde cuándo utilizamos como consejero al miedo en situaciones adversas? Eso seguro que no lo aprobaría el físico alemán. Si nuestro negocio está en crisis o empezamos a atisbarla hay que invertir. Mi consejo no es tirar la casa por la ventana, pero sí aseguro que el que desarrolle e implemente (las ideas hay que pensarlas y aplicarlas) la mejor estrategia ante la crisis es el que sobrevivirá y ganará en un futuro no muy lejano.
Sembrar hoy es, sin lugar a dudas, recoger mañana y lo que tenemos que hacer las empresas es discernir al milímetro aquellas opciones o proyectos que nos van a ayudar a diferenciarnos, a ganar cuota de mercado y como consecuencia directa a dirigir nuestra compañía hacia los objetivos que teníamos marcados.
En el hotel Intercontinental Madrid nos enfrentamos ahora a un duro reto. Apostamos por la inversión económica y por un proyecto entusiasta y lleno de grandes expectativas. Este año nuestro esfuerzo se ha centrado en la construcción de cinco nuevas suites: cuatro presidenciales y una real, que ya son realidad con un coste de 1,6 millones.
¿Qué hemos conseguido? Diferenciarnos de nuestra competencia ofreciendo a nuestros clientes un producto que otros hoteles de la misma categoría no tienen en la capital. Además, incrementamos de forma considerable el catálogo de habitaciones pudiendo ofrecer servicio a un target de cliente que no podíamos albergar en nuestras instalaciones por falta de producto. Ampliamos así nuestro espectro de huéspedes acercándonos a sectores como el del entertainment que antes nos era más difícil.
Por supuesto, la ampliación de oferta del hotel no significa que nosotros no tomemos las mismas medidas que el resto. Hemos hecho un estudio exhaustivo de reducción de costes, hemos analizado todas nuestras líneas de producto evaluando posibles alternativas y nuevos conceptos sin dejar de innovar. Entiendo además que en situaciones como esta la unidad del equipo, la continuidad en la formación y en la capacitación del personal, así como el descubrimiento de nuevos talentos ofrecen unidad a la empresa aportando energía, optimismo y ganas de seguir luchando en el interior y una imagen compacta y fiable de cara al exterior.
¿A qué retos nos enfrentamos? Nos enfrentamos a las dificultades del mercado, a la reducción de gastos, a la caída de la demanda y a las bajadas de precios del sector. ¿Qué hemos mantenido? El valor fundamental del staff de Intercontinental haciendo especial hincapié y ofreciendo oportunidades y herramientas a un equipo comercial que se encuentra con nuevas ilusiones y artículos que ofrecer a sus clientes.
¿Hacia dónde queremos ir? Queremos seguir trabajando en la excelencia, en limar nuestros defectos aprendiendo de los que están más cerca. Queremos seguir teniendo ideas que podamos poner en práctica y que nos aporten ilusión y rentabilidad en el balance. Seguimos apostando por dar a conocer lo que hacemos y por mostrarnos como somos. Una empresa joven, dinámica y cercana con muchas ganas de luchar y de seguir ofreciendo lo único que sabemos hacer bien: hospitalidad a todos aquellos que quieran visitarnos.
Cristophe Laure. Director general de hotel Intercontinental Madrid