La CE señala que los bancos rescatados tendrán que adaptar sus negocios
La Comisión Europea (CE) dejó hoy claro que los bancos que han sido rescatados por las autoridades públicas tendrán que asumir su responsabilidad y adaptar sus negocios, deshaciéndose de activos si es necesario, para ser viables y no gozar de ventajas ante competidores que no han necesitado apoyo.
Bruselas dio a conocer las directrices que regirán su política de competencia para el sector financiero hasta diciembre de 2010, un periodo en el que la prioridad del Ejecutivo comunitario será garantizar una reestructuración adecuada de los bancos salvados con dinero de los contribuyentes.
"La Comunicación deja claro que los bancos con ayudas y sus accionistas deben cargar con la responsabilidad adecuada por su comportamiento pasado y contribuir en la reestructuración de la entidad con sus recursos", explicó la CE en un comunicado.
Bruselas quiere asegurar que los bancos ofrezcan una compensación "correcta" a los estados por sus ayudas y que si por las actuales condiciones del mercado ésta no puede hacerse efectiva ahora, se garantice de cara al futuro.
"Puede que la crisis financiera no haya terminado aún, pero tenemos que empezar a trabajar seriamente con los Estados miembros para reestructurar los bancos europeos", señaló la comisaria de Competencia, Neelie Kroes.
En su opinión, Europa "tiene que volver a hacer bancos viables sin apoyo estatal y reforzar la competencia en el mercado único".
Para ello, la CE advierte que aquellas entidades que reciban grandes sumas de dinero público pueden verse obligadas a efectuar ajustes.
Estos pueden ser de tipo estructural, con desinversiones, o en su política de negocios, limitando su capacidad para adquirir nuevos activos u ofrecer precios agresivos apoyándose en la ayuda recibida.
De cara a evaluar su sostenibilidad, Bruselas requerirá a las entidades en problemas un análisis de sus fortalezas y debilidades.
En función del resultado, los bancos podrían verse obligados a cambiar su modelo de negocio, dando a conocer y tratando sus activos tóxicos, retirándose de actividades que generen pérdidas o incluso considerando la absorción por un competidor o procediendo a la liquidación del negocio.
Hasta ahora, Bruselas ha dado luz verde a decenas de rescates de bancos en Europa que, en algunos casos, supondrán una importante reducción de las actividades de las entidades.
En los próximos meses, el Ejecutivo comunitario tendrá que analizar los planes de reestructuración de estas entidades.