El mejor indicador de la realidad
Los expertos en Contabilidad Nacional siempre han considerado al tráfico aéreo como el indicador más adelantado de la evolución de la actividad económica, tanto cuando va a acelerar su ritmo como cuando va a ralentizarlo. En los cinco primeros meses de 2009, el tráfico aéreo de pasajeros ha descendido cerca del 10%, según los datos proporcionados por la IATA, con un descenso muy superior, del 23%, en el pasaje de negocios. Esta evolución, que es además crecientemente contractiva, es coherente con la que han tenido las cifras de actividad en todo el mundo, pero podrían estar anticipando que los trimestres venideros mantendrían el pesimismo.
No obstante, encubren también el nuevo modelo de gestionar el transporte aéreo, en buena parte condicionado por la aparición del low cost, que ha hecho una absorción masiva de la demanda nueva. Las grandes compañías de bandera se han visto abocadas a entrar en una política agresiva de descuentos, permitido en parte por el abaratamiento de los querosenos, para llenar sus aeronaves, fórmula hasta hace unos años totalmente despreciada. El transporte aéreo nunca fue un gran negocio, y las compañías nunca han disfrutado de largos periodos de bonanza, lo que les ha obligado a una continua política de concentración, que ahora deberá acelerarse para hacer frente a la crisis.