Francia prepara el fin "progresivo" de la ayuda para la compra de coches
El Gobierno francés prepara el fin de la prima de 1.000 euros para los que compran un coche nuevo poco contaminante a cambio de enviar otro de más de diez años al desguace, que se detendrá de forma "progresiva" para minimizar el impacto sobre el mercado.
El anuncio lo hizo el ministro de Industria, Christian Estrosi, que en una entrevista publicada hoy por Les Echos advirtió de que "la prima al desguace no se podrá mantener indefinidamente", aunque no precisó en qué plazo podría desaparecer.
"En primer lugar quiero estar seguro de que los fabricantes no se contentan a gestionar las existencias" gracias al dispositivo gubernamental, sino que éste sirve para estimular la actividad en las factorías, que era uno de los objetivos iniciales, argumentó. Y sin embargo, se quejó de que mientras las carteras de pedidos están nutridas, los concesionarios no reciben los vehículos porque la producción no sigue el ritmo de los encargos.
El Gobierno francés puso en marcha el pasado mes de diciembre una prima de 1.000 euros para los que adquirieran un coche nuevo que emita menos de 160 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro a cambio de enviar al desguace otro de más de diez años. El Ejecutivo calculaba que gracias a este mecanismo se venderían unos 100.000 automóviles, pero en la primera mitad del año esos cálculos se han visto incluso superados por los hechos.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, también para impulsar la actividad en un sector muy castigado por la crisis, presentó un plan de 6.500 millones de euros de créditos para los constructores franceses de coches, Renault y PSA Peugeot-Citroen. Precisamente Renault había pedido el mes pasado que el sistema de primas para la adquisición de coches se desmantelara de forma gradual en Europa, para evitar el hundimiento del mercado.