Cataluña ve condiciones para un principio de acuerdo sobre financiación
El conseller de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, ha asegurado hoy, por primera vez en las negociaciones sobre financiación, que existen "condiciones" para poder alcanzar un acuerdo con el Gobierno español, si bien antes habrá que superar los últimos escollos, como hacer respetar el "principio de ordinalidad".
Tras participar en un seminario en la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona, Castells ha roto su silencio mediático de los últimos días en torno al proceso negociador y ha afirmado que "es evidente que en las últimas semanas se ha producido un avance importante en las posiciones de la negociación, tanto en relación con el modelo como en relación a la cuantía".
"Yo creo que estamos en condiciones de llegar a un acuerdo que hace unas semanas nos hubiese parecido difícilmente asumible. Pero también tengo que decir que, aunque se ha avanzado, todavía no lo suficiente", ha matizado.
Castells ha subrayado que si no se superan los últimos obstáculos de la negociación el gobierno de la Generalitat no podrá firmar: "Hay aspectos suficientemente relevantes que todavía nos separan y que hacen que en estos momentos yo no pueda decir que ya está hecho el acuerdo, como otros están diciendo". "No está hecho el acuerdo y podría no haberlo si en cuestiones relevantes no llegásemos a ponernos de acuerdo", ha insistido.
Entre estas diferencias que siguen separando al Gobierno autonómico de un pacto sobre el modelo de financiación con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero figura, en un puesto muy destacado, el respeto al llamado "principio de ordinalidad", que recoge el Estatuto y que, en esencia, implica que Cataluña, una vez aplicados los mecanismos de solidaridad interterritorial, no pierda posiciones en el ránking de rentas per cápita de las comunidades autónomas y no quede por debajo incluso de autonomías que son receptoras de recursos solidarios.
"Puedo asegurar que o este principio se cumple o no habrá acuerdo", ha sentenciado tajante el conseller, en claro aviso a la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, que lleva el peso de las negociaciones por parte estatal.
Más allá de la ordinalidad, Castells no ha querido detallar, en aras de la "discreción" que exige toda negociación, ninguna otra condición de las que el Govern considera sine qua non para poder sumarse al acuerdo, aunque sí ha reconocido que hay "algunas cuestiones referentes a la cuantía y, sobre todo, al modelo". Para Castells, "lo que es importante es el modelo", ya que es "lo que nos permitirá ver hasta qué punto se cumple el Estatuto". "Es del modelo de donde se desprende la cuantía", ha agregado.
Después de que en las últimas horas se haya especulado con la posibilidad de que la cifra de dinero adicional para Cataluña pueda alcanzar unos 3.800 millones de euros sólo a partir del quinto año de aplicación del modelo, en lugar del tercero que prevé el Estatuto como plazo para que el sistema funcione ya a pleno rendimiento, Castells no ha hecho ascos a admitir "un cierto gradualismo" si finalmente el resultado es satisfactorio. "Siempre hemos dicho que lo importante es que lleguemos a un resultado final bueno", ha dicho el conseller.
Castells pide prudencia y sentido de la responsabilidad
En cuanto a la posibilidad de que la Generalitat obtenga parte de estos recursos adicionales a través de una "caja b", paralela al sistema de financiación y pensada para financiar competencias específicas catalanas, como prisiones, Mossos d'Esquadra o lengua, Castells ha abierto la puerta a esta fórmula: "Puede suceder".
Después de que esta semana el presidente de ERC, Joan Puigcercós, haya anunciado solemnemente cuáles son los "mínimos" de su partido para considerar bueno el nuevo modelo, Castells ha recalcado hoy que la negociación sobre financiación es "de gobierno a gobierno" y ha recordado que él, como conseller, negocia "en nombre del Govern".
Sin aludir directamente a Puigcercós, Castells ha lanzado un ruego: "En un momento como éste, pido a todo el mundo prudencia, contención, mesura y sentido de la responsabilidad".
Castells tampoco ha querido sacralizar la fecha del 15 de julio: "Nosotros no la hemos puesto. La única fecha que era realmente determinante era la del 9 de agosto y no se cumplió. El 15 compromete a quien la dijo, a nadie más".