Los expertos piden un alza del IVA para contener el déficit
Apuestan por ligar la nueva financiación autonómica a planes de disciplina fiscal a medio plazo
La histórica crisis económica que arrasa el planeta está llevando a medidas de intervención nunca conocidas. En España, el desplome de la recaudación y la ingente inyección presupuestaria en la economía llevarán el déficit público cerca del 10% del PIB este año. El Gobierno se ha comprometido ante la Comisión Europea a volver en 2012 al límite del 3% marcado por el Pacto de Estabilidad, un objetivo "difícil de cumplir". Esa es, al menos, la impresión de los cuatro expertos que acaban de participar en un debate organizado por CincoDías para analizar el presente y el futuro de las cuentas públicas españolas.
José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, recuerda que la causa última de la crisis fue el sobreendeudamiento, un problema que no se está resolviendo: "El sector privado lo está recortando un poco, pero los Estados están incrementando su deuda muy rápidamente". Con todo, los cuatro contertulios coinciden en que lo peor de la crisis de la actividad ya ha quedado atrás. Eso sí: auguran tiempos difíciles para la economía española tanto en el ámbito del empleo como en el de las cuentas públicas.
Fernando Eguidazu, presidente del Comité de Política Económica del Círculo de Economía, destaca que la emisión de deuda pública en España está empezando a crear "un cierto efecto expulsión" de la deuda de familias y empresas. En este punto, Díez matiza que el descenso de la deuda privada se debe más bien a la atonía de la actividad y, de hecho, "las emisiones privadas las están quitando de las manos".
Pero el impacto de los déficit sobre la deuda es evidente, y Susana Borraz, socia de AFI, considera que sólo una reducción estructural del gasto podría llevar a ese objetivo de embridar el desequilibrio presupuestario.
Jonás Fernández, director del Servicio de Estudios de Solchaga Recio, coincide en la necesidad de recortar el gasto, pero sostiene que el buen punto de partida de las cuentas españolas antes de la crisis llama a "poner las cosas en su sitio". Aunque el déficit ronde el 10% del PIB el año que viene, "la deuda superará por poco el 60%, muy por debajo de la media europea". En este sentido, los cuatro expertos apuntan a que la duración de la crisis y las reformas que se emprendan serán cruciales para determinar la sostenibilidad de las cuentas, de forma que el servicio de la deuda no vuelva a ser el principal capítulo de gasto en los presupuestos.
Reformas impositivas
A la espera de que el Ejecutivo presente en otoño un paquete de reformas fiscales, los participantes sólo muestran consenso respecto a la subida de un impuesto: el IVA, cuyo tipo general, del 16%, es uno de los más bajos de la Unión Europea. Díez aconseja que sea cual sea la subida (que cifra entre 1 y 2 puntos) se produzca de forma escalonada. Pero el Gobierno no ve claro el aumento, ya que teme que afecte negativamente el consumo y que incentive el fraude. En cuanto al posible impacto regresivo de un aumento (como impuesto indirecto, el porcentaje a pagar es independiente de la renta), Eguidazu afirmó que hoy el IVA "es más progresivo que el IRPF porque éste sólo lo pagan los trabajadores"
Sobre la posibilidad de modificar el IRPF, las reservas son mayores. Eguidazu se muestra contrario a incrementar el tipo marginal (hoy en el 43%), aunque teme que el Gobierno, "al grito de ¡que paguen los ricos!" sí lo haga. Fernández defiende "limpiar" el impuesto de deducciones y desgravaciones. Eguidazu está de acuerdo pero pide que, para evitar la ingeniería fiscal, la eliminación de deducciones en el IRPF, como la anunciada por el Gobierno respecto a la vivienda, afecte a todos los tramos. Díez, por su parte, entiende que, por cuestiones de progresividad, se deben mantener rebajas fiscales como la de 400 euros para los tramos más bajos.
A diferencia de las reclamaciones de CEOE, ninguno de los expertos considera que sea el momento de rebajar el impuesto de sociedades, el tercer tributo más importante y cuya recaudación ha caído un 20,7% hasta mayo. Aun así, Eguidazu defiende que a medio plazo sí sería conveniente recortar el tipo, situado en 30% (25%, para las pymes). Díez, sin embargo, destacó que el impuesto goza de multitud de deducciones que provocan que el tipo efectivo se limite al 22%, "por debajo de la media europea". Los expertos sí coinciden en valorar nuevas subidas en los impuestos especiales, aunque matizan que su potencial recaudatorio es insuficiente.
Contención del gasto
Entre las medidas de reducción de gasto que salieron en el debate, los mayores consensos se dieron en torno a una bajada del coste de la función pública (por número de funcionarios y por remuneración) y la introducción del copago en la sanidad, no tanto por su potencial recaudatorio como por su efecto desincentivador del gasto.
Eguidazu señala igualmente a las comunidades autónomas, cuyos gobiernos "carecen de rigor presupuestario" y, en conjunto, suponen "el cáncer fundamental" del gasto en España. Por eso, se muestra partidario de imponer a las comunidades planes de disciplina fiscal antes de pactar la nueva financiación autonómica. En la misma línea, Fernández propone condicionar dicho pacto a una restricción global de gasto.
Claro que, como apunta Borraz, una parte muy importante del gasto autonómico está comprometido de antemano a políticas poco disponibles como son la sanidad y la educación. Mientras, los ingresos "han resultado muy afectados" por la negativa coyuntura económica". Aun así, la socia de AFI reclama un compromiso para que las comunidades, y también los ayuntamientos, adopten planes de estabilidad fiscal a medio plazo.
Susana Borraz. Socia de Analistas Financieros Internacionales
"Las Administraciones requieren planes fiscales a medio plazo"La socia de AFI considera "complicado" que el déficit presupuestario vuelva al umbral del 3% del PIB en 2012, tal como compromete el Programa de Estabilidad presentado por el Gobierno a la Comisión Europea. De hecho, estima que el desequilibrio podría incluso aumentar el año que viene, hasta rozar el 10%, porque, por entonces, "la cuenta de la Seguridad Social estará casi en equilibrio", poniéndose fin al superávit cosechado en los últimos años. Dado que el funcionamiento de los estabilizadores automáticos (seguro de desempleo y caída de recaudación) genera "inercia", Borraz cree más necesario que nunca realizar cambios estructurales que ajusten el gasto. Para ello, sostiene que, en todos los niveles territoriales, debe trabajarse en programas a medio plazo que contengan indicadores de eficiencia para sustituir programas que no cumplan las expectativas. A su juicio, se requiere un aumento generalizado de la disciplina fiscal.
Fernando Eguidazu. Presidente del Comité Económico del Círculo de Empresarios
"Gastar rápido está reñido con la eficiencia del gasto"Eguidazu sostiene que España, al igual que la mayoría de los países europeos, ha gastado "de forma salvaje" ante la "situación de emergencia" desatada por el exceso de consumo y endeudamiento. El problema es saber cuánto va a durar la crisis, y "si sabremos retirar a tiempo el exceso de liquidez inyectado para combatirla".Pese a conceder la necesidad de expansión fiscal, Eguidazu califica de "electoralistas" dos líneas concretas emprendidas por el Gobierno: la deducción de 400 euros o el cheque bebé. En cuanto al Plan E "habrá creado empleo coyuntural, pero no es inversión productiva". En resumen: "gastar rápido está reñido con la eficiencia del gasto". A su juicio, lo que se necesita ahora es una política de gasto "más selectiva y menos intensa, porque lo peor de la crisis de actividad ya ha pasado". Además, Eguidazu reclama reformas en el mercado laboral, energético, del suelo y en el sistema fiscal, "en muchas ocasiones inconsistente".
José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney
"La actividad española puede dar sorpresas positivas"El responsable de Intermoney considera que las medidas de estímulo emprendidas han logrado el objetivo de estabilizar la economía. A su juicio, Estados Unidos saldrá de la recesión este verano, y Europa puede salir a final de año, junto con España. "No descarto sorpresas agradables respecto a nuestro país, porque su demografía, más joven que la europea, lleva a una mayor propensión al consumo". Así, el reciente estancamiento de las ventas minoristas y la evolución de las ventas de coches apuntarían a "un débil crecimiento del consumo" en los próximos meses.Díez afirma tener "dudas de que España tuviese un problema de competitividad tan grande como se decía", a la vista de la rápida contención del déficit corriente. "El desequilibrio venía de la gran fortaleza de la demanda interna", explica. Además, sostiene que la disciplina fiscal lograda por España hasta hace dos años le ha permitido "no caer en el desplome económico de Irlanda".
Jonás Fernández. Director del Servicio de Estudios de Solchaga Recio
"El exceso de déficit se debe a un mercado laboral procíclico"Fernández recuerda que el gasto discrecional de España para hacer frente a la crisis se estima en un 2,3% del PIB este año y un 0,9% en 2010. Aunque los porcentajes doblan la media europea, "el grueso del déficit presupuestario que se acercará este año al 10% se debe al impacto de la crisis" en términos de recaudación y de pagos por desempleo: el año que viene, los ingresos caerán alrededor de cuatro puntos respecto a 2007, en tanto que los gastos aumentarán 8,2 puntos. Unas evoluciones mucho peores que las europeas, "no debidas a la estructura del sistema fiscal, sino a la prociclicidad del mercado laboral". Así, caídas de PIB más moderadas que la media llevan a un deterioro del empleo mucho más brusco. Además, Fernández advierte de que la recesión llevará a un menor crecimiento potencial futuro, por el menor protagonismo de la construcción, de modo que los ingresos fiscales también se moderarán. La clave de la solución: el mercado laboral.