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Secretos de despacho

Intimismo en Dalícia Cadaqués

Álvaro de Torre dirige desde un delicioso rincón su empresa de gastronomía.

Era su sueño y parece que lo ha cumplido con la puesta en marcha de Dalícia Cadaqués, un proyecto que nace en Gerona y con el que pretende dar a conocer la gastronomía del Ampurdán en España, Francia y Andorra con la apertura de 10 nuevos establecimientos para finales de 2011. Álvaro de Torre, nacido en Figueras hace 33 años, asegura que precisamente en momentos de crisis como el actual es cuando hay que emprender nuevas iniciativas.

Además, "esta crisis está aumentando el consumo de productos delicatessen en casa y nuestra empresa nace con la vocación de exportar a todo el mundo la excelencia de la gastronomía catalana y española en elaborados y semielaborados de alta calidad", afirma De Torre, desde su curiosa mesa de trabajo. Se trata de una pequeña mesa, la única que hay en la primera tienda que acaba de inaugurar en Cadaqués, que también acogerá a cuatro comensales, ubicada donde antes había una antigua cisterna de piedra de toba, o piedra volcánica. El sitio es pequeño, recogido y le da la intimidad que este empresario, de formación economista que ha desarrollado su carrera profesional en el sector farmacéutico, necesita. "Horas le he echado muchísimas, he tardado un año en sacar adelante todo este proyecto y siempre necesitas tener un rincón donde reflexionar y sobre todo hacer números", afirma. Porque lo más difícil para desarrollar en estos momentos un negocio es encontrar financiación, "pero también creo que una parte de esta crisis es psicológica y ahora es cuando tenemos que lanzarnos a desarrollar nuevas iniciativas que nos permitan salir de la situación en la que estamos".

Álvaro de Torre está vinculado a Barcelona Activa, una empresa municipal creada en 1986 como vivero de empresas. "Vengo de una familia emprendedora. Mi padre es marmolista y un gran artesano de la piedra, que siempre quiso mantener un taller con siete empleados. Es una persona que ha sabido ver la belleza en lo que hacía, ver algo más que los demás no veían". Algo parecido busca el hijo con Dalícia Cadaqués.

El local de la sede, que combina la piedra y la madera, refleja el espíritu que quiere mantener la compañía. "Es importante tener una comunión total con el lugar donde vas a desarrollar tu negocio". Por ello, también han jugado con el color azul añil que inunda la ciudad que acogió a Dalí. "Hemos recuperado la cerámica de antaño y el color que ya es propiedad de esta población", afirma. La empresa surge de tres necesidades vitales: "la primera, por la inquietud de tener un proyecto empresarial propio". Desde el trabajo de fin de curso de la carrera de Dirección de Empresas, realizado sobre el negocio familiar de mármoles, ya tuvo la ilusión de emprender un proyecto personal. La segunda necesidad está ligada al lugar, al paraíso de la Costa Brava, "sus colores, el remanso y los atardeceres de la zona". Y la gastronomía y la enología, las dos grandes pasiones de De Torre.

Por otro lado, al empresario lo animaron los datos que decían que la venta de productos de vinos y alta gastronomía son los que menos se han visto afectados por la crisis económica. "Mucha gente, que antes salía a cenar fuera, prefiere gastarse menos pero seguir disfrutando de un buen vino, un buen jamón y unas buenas conservas en su casa". Además de la venta por internet, que se hará previo registro como socio, han puesto en marcha la iniciativa www.seadondesea.net, un servicio dirigido al sector náutico de entrega de pedidos en distintos puertos deportivos. "Es un nicho de mercado que no existe y no hay nada como poder disfrutar de un almuerzo o de una cena en alta mar, y nosotros podemos servirlo allí donde nos lo pidan". Para conseguir la alianza perfecta, Álvaro de Torre cuenta con la colaboración del cocinero Carlos Antoner, discípulo de Martín Berasategui, y que cuenta con un restaurante propio en la localidad gerundense de Cistella.

Con la Blackberry a cuestas

Se ha convertido en la gran herramienta de trabajo de la mayoría de los ejecutivos. No pueden vivir sin ella al lado. Y Álvaro de Torre no es ninguna excepción. La famosa Blackberry está siempre cerca. "Me ha facilitado la vida, aunque soy de los que trabaja sobre papel en blanco y con bolígrafo. Me gusta jugar a ver qué ideas salen del cuaderno, que te permite reflexionar más". Asegura que los momentos de calma son decisivos para cualquier ejecutivo o emprendedor. "Tienes que tomar distancia y no precipitarte en las decisiones, tampoco hay que pensárselo demasiado porque sino no haríamos nada". Le gusta la tranquilidad para sentar bien las bases de todo lo que hace, "para que sean sólidas". Pero no desprecia el avance y las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías. "Te permiten mantener una comunicación fluida desde todos los puntos. No tienes que estar presente en ningún sitio y tu trabajo no se resiente".Su prioridad, después del trabajo, es la familia y los amigos. "Me gusta cultivarlos porque los necesito para poder vivir y supongo que ellos también me necesitan a mí. Al final, lo importante es la gente que te quiere". Para compensar su afición por la gastronomía hace deporte y por lo menos dos veces por semana va al gimnasio. "Es la única manera de poder sobrevivir a este proyecto".

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