"No podemos pararnos, tenemos que abrir nuevos mercados"
Ha vivido en cinco países y hace dos años que llegó a España, de la que destaca su optimismo a la hora de hacer negocios.
Dice que después del trabajo, su otra gran ocupación es su familia, su esposa y sus tres hijas. Desde hace dos años Didier Tisserand, nacido en París hace 48 años, es la cara visible del Grupo L'Oréal en España. Ha desempeñado puestos de relevancia internacional, entre los cuales destaca la dirección general de división en Gran Bretaña, Francia y Japón. También ha estado al frente de la dirección general de L'Oréal París en Italia.
¿Cómo se llega a tener una empresa centenaria?
El secreto de L'Oréal es la continuidad. Y lo que hace que una empresa de cosmética perdure es la tecnología. Nuestros productos hacen lo que dicen que hacen. La base científica es la que hace que una empresa como la nuestra perdure en el tiempo. Otro factor decisivo es la continuidad en la gestión, de hecho hemos tenido cinco presidentes en 100 años. La voluntad de la compañía es la de hacer las cosas a largo plazo, con 23 marcas entre creadas y compradas. Hacemos grandes marcas.
L'Oréal siempre ha hecho gala de fomentar el desarrollo de carrera entre sus profesionales.
Es uno de los mayores orgullos. Todo el mundo en esta compañía tiene la posibilidad de desarrollar su carrera, además de apostar por la diversidad desde todos los puntos de vista porque la belleza no es igual en todo el mundo, cada acción que hacemos en cosmética tiene que ver con la diversidad. Tenemos un gran abanico de productos, de marcas, de origen, de precios y estamos en todos los circuitos de distribución. Nuestras modelos tienen entre 17 años y los 71 que tiene Jane Fonda. En L'Oréal España trabajan 24 nacionalidades.
¿Cómo les está afectando la crisis económica?
No hay que pararse nunca, lo importante es seguir evolucionando y apostando por seguir adelante Ahora es cuando tenemos que abrir nuevos mercados y hoy sólo el 20% de los hombres utilizan productos para el cuidado de la piel y es la categoría que crece, cerca de un 10%. Vendemos en 130 países y este año vamos a abrir filiales en cuatro más, en Pakistán, Kazajistán, Egipto e Irán. Son lugares que están despegando y tienen gran potencial. Lo importante cuando vas a un país es saber las reglas del mercado. No se trabaja de la misma manera en un país que en otro. En India, por ejemplo, la marca Garnier tiene muchísima aceptación.
Lleva 18 años en la misma empresa, ¿no ha sido tentado a cambiar?
Antes de estar en L'Oréal trabajé en Hewlett Packard y también fue una experiencia magnífica, pero entré en esta firma y comenzó una carrera apasionante.
¿Por qué?
Porque tiene distintas líneas, productos de lujo, de farmacia, para profesionales y para gran consumo. He trabajado con cuatro líneas diferentes en cinco países. Mi mujer es alemana, tengo dos hijas nacidas en Londres y una nacida en Tokio. Y es lo mejor que tiene esta compañía, que te permite desarrollarte profesionalmente a nivel global y acumular diferentes experiencias que te enriquecen personal y profesionalmente.
A España llegó hace dos años y le ha tocado lidiar esta crisis.
Está siendo, sin duda, una experiencia interesante porque cuando llegué era un país con un gran crecimiento. En seis meses se ha pasado de la explosión económica a la crisis. Creo que España tiene fuerza, capacidad y optimismo para solucionar y hacer las cosas bien. No sé si es por el sol, pero noto que aquí no hay el pesimismo que en otros países.
¿Le ha costado acostumbrarse a la forma de trabajar de los españoles?
No es muy diferente a la del resto de los países. Lo peor que llevo son las comidas de trabajo de tres horas, es lo que más me ha sorprendido. Me gusta también el aspecto mediterráneo, latino, la imaginación y la capacidad de organizar, de llevar adelante los proyectos. Existe un gran compromiso. En cambio, España tiene un gran problema y es que tiene que definir cuál va a ser el motor de crecimiento económico a partir de ahora. Durante años han sido el turismo y la construcción las locomotoras de España pero ahora sería bueno saber si se va a seguir en la misma línea.
¿Qué sectores serán clave en la recuperación económica?
Sin duda, hay que apostar por el I+D+i. La economía no va a mejorar porque las cosas sean más baratas sino porque creamos valor. Tenemos que prestar nuevos servicios y lanzar nuevos productos que aporten valor añadido, es lo que hará que se vuelva a tener una economía fuerte. En tiempos difíciles la innovación es la clave del éxito. L'Oréal es un ejemplo de ello. Hemos atravesado muchas crisis en estos 100 años de historia y vamos a conocer muchas más.
Las marcas están teniendo problemas con los distribuidores, que presionan para que bajen los precios. ¿L'Oréal está notando esta presión?
El diálogo con la distribución está abierto y de lo que se trata es de encontrar la mejor fórmula para que el consumidor no se vea afectado por nuestras decisiones. La política de precios es cosa del distribuidor y nosotros no entramos ahí, lo que nos tiene que preocupar es seguir ofreciendo a los consumidores buenos productos.
¿Qué medidas han adoptado en la organización para sortear este momento económico?
Tenemos un recorte de gastos con el fin de evitar el despilfarro, pero lo que no vamos a recortar es el programa de reclutamiento de jóvenes, a través de becas con el fin de que crear y formar a grandes profesionales. Somos muy valorados por los universitarios.
¿Qué es lo que más aprecian en ustedes como compañía?
Sobre todo que tienen la posibilidad, a pesar de que son becarios, de poder razonar, expresarse, además de tener un programa de formación para cada uno de ellos. Durante los primeros seis meses tienen una práctica que se denomina de ruta, mediante la cual conocen todos los productos y la realidad de lo que hacemos. Durante los seis meses siguientes se dedican a ver cómo funciona la empresa y después les dibujamos el itinerario de cómo pueden hacer carrera. Queremos seguir siendo un gran empleador.