La decisión sobre Garoña provoca el rechazo de partidos y agentes sociales
La decisión de Rodriguez Zapatero de prologar la vida de la central nuclear de Garoña hasta 2013 no ha sido bien recibida ni los partidos políticos de la oposición, ni la patronal ni las asociaciones de ecologistas, que han llegado, incluso, a pedir la dimisión del presidente del Gobierno.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó hoy de "error" la posibilidad de que el Gobierno socialista cierre la central nuclear de Garoña en 2013 y le exigió "una rectificación". Dicho esto, avanzó que si se confirma la citada fecha, el PP cambiará esa decisión si gana las próximas elecciones y hará caso al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que ha dicho por unanimidad que se puede prolongar la vida útil hasta 10 años.
El portavoz de Industria de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Sánchez Llibre, consideró hoy un "grave error para el futuro económico e industrial" de España la decisión del Gobierno de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña en 2013 y lamentó que en la postura del Ejecutivo "hayan primado los intereses particulares y electorales del PSOE frente al interés general".
"La decisión es una bomba en la línea de flotación de una de las palancas más importantes de la política industrial española, tanto desde la óptica de la innovación, como de la competitividad y la creación de puestos de trabajo", sentenció. Según dijo, la decisión del Gobierno "va en contra del informe del Consejo de Seguridad Nuclear favorable a prorrogar durante 10 años más la actividad de la central" y ésta es "una decisión salomónica que no contenta a nadie".
Por su parte, el secretario federal de Energía y Sostenibilidad de IU, Adolfo Barrena, acusó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "incumplir de forma flagrante" sus compromisos electorales en materia de centrales nucleares y le pidió que dé explicaciones públicas a sus votantes.
Mientras que el portavoz del PNV en la Comisión de Industria del Congreso, Pedro Azpiazu, señaló hoy que la decisión del Gobierno de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña en 2013 es "una solución intermedia" que "probablemente no contentará ni a unos ni a otros".
Patronal
Las Cámaras de Comercio e Industria de Castilla y León, que han calificado de "infundada e irresponsable" la decisión del Gobierno de prorrogar la vida de la central nuclear de Garoña (Burgos) "sólo hasta 2013", han señalado que apuestan por "construir Garoña 2".
Las Cámaras han pedido al Gobierno que recapacite y rectifique su decisión, porque con el cierre se suprimirán 1200 puestos de trabajo directos e indirectos, con el consiguiente efecto sobre la despoblación, pérdida de desarrollo económico en el entorno de la zona y aumento en el coste de la energía. "Garoña produce el 13,78% de la producción bruta de energía eléctrica que se genera en Castilla y León y la electricidad equivalente al 30% del consumo de la región", según un comunicado de las entidades camerales.
Ecologistas
La Coordinadora Estatal Antinuclear, formada por organizaciones y plataformas antinucleares, anunció hoy que recurrirá ante los tribunales la decisión del Gobierno de prorrogar cuatro años la vida de la central nuclear de Garoña.
El colectivo, en un comunicado recogido por Europa Press, aseguró que "deplora" la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de mantener en funcionamiento este tiempo la "vieja, deteriorada y peligrosa" central nuclear.
La Coordinadora está integrada por organizaciones como Adenex, Amigos de la Tierra, Coordinadora contra Garoña, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Jóvenes Verdes, Plataforma Cerrad Almaraz, Tanquem les Nucleares-100% Renovables y Plataforma Tanquem Cofrents.
Por su parte, Ecologistas en Acción ha acusado hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no cumplir sus compromisos electorales con la decisión de cerrar la central nuclear de Garoña (Burgos), por lo que ha pedido su dimisión.
Sociedad Nuclear Española
La Sociedad Nuclear Española (SNE) considera que el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña responde a una decisión política y no a criterios técnicos, económicos, sociales y medioambientales. La SNE considera que la central burgalesa debe seguir funcionando diez años más, tal y como dictaminó recientemente el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), ya que ha superado con éxito la inspección técnica que llevó a cabo dicho organismo regulador.
Recuerda que la central cuenta con unos indicadores de funcionamiento que la sitúan entre las 50 primeras de las 440 centrales nucleares del mundo y en el rango de las 10 primeras de Europa.