Como se entere Galileo
Comentábamos ayer que algunas ciudades se han visto asociadas a iniciativas de la Unión Europea tan poco airosas como la Estrategia de Lisboa o el Proceso de Barcelona. Peor si cabe es el caso de Galileo, que de ser uno de los astrónomos más importantes de la historia puede acabar convirtiéndose en sinónimo de irresponsabiliad, despilfarro e imprevisión.
La culpa de tan brutal transformación la tendría la Comisión Europea, por jugar a empresaria y promotora de aventuras espaciales con el sistema de navegación satélite conocido como Galileo. Ayer, el Tribunal de Cuentas de la UE hizo un demoledor balancede la primera fase del GPS europeo, un proyecto que de momento,según el informe, se ha tragado 2.000 millones de euros de dinero público y sólo ha colocado en órbita un satélite experimental.
Los jueces culpan del fiasco en gran parte a la Comisión Europea, a la que imputan serios errores de cálculo, de previsión y de organización. Y lo peor es que, según el propio informe del Tribunal, Bruselas, en lugar de entonar el mea culpa, reclama un papel principal en las siguientes fases de desarrollo de Galileo y pretende trasladar el modelo "empresarial" de Galileo a otros grandes proyectos como el ITER(fusión nuclear) o el SESAR(gestión del tráfico aéreo).
El Tribunal recomienda a la Comisión que si decide seguir adelante con sus experimentos, que se dote de los instrumentos adecuados para llevarlos a cabo y asuma la responsabilidad acorde con su liderazgo. No lo dicen los jueces, pero quizá sería también conveniente que Bruselas se conformase con nombres más realistas ("perdidos en el espacio", ¿quizá? ) y se olvidase de Galileo, Einstein o Torricelli.
Foto: "Pepto Bismo" (2003), de Panamarenko, expuesta en el Palacio de Justicia de Bruselas (B. dM., octubre 2008).