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Consejo de administración

La nueva SOS nombra consejero delegado a Muriel y dos nuevos vicepresidentes

El consejo de administración de la nueva SOS Corporación Alimentaria, que ayer adoptó su nuevo nombre, celebrado después de la Junta General de Accionistas de ayer, ha designado como consejero delegado a José Manuel Muriel y como vicepresidentes ha nombrado a Miguel Salinas y a Caja Granada.

El órgano rector adoptó este acuerdo en una sesión celebrada tras la asamblea, en la que los accionistas aprobaron por mayoría, a propuesta de las cajas de ahorros, dejar sin representación en el consejo a los antiguos gestores, Jesús y Jaime Salazar, y cesar a los consejeros Lucas Torán, y Daniel Klein, quien era vicepresidente.

Además, el consejo de administración aprobó aceptar la dimisión presentada por el consejero Corporación Financiera Caja de Madrid y nombrar en sustitución de éste por cooptación al presidente de la compañía, Mariano Pérez Claver, atribuyéndole funciones ejecutivas.

Por otra parte, el hasta ahora primer ejecutivo, José Manuel Muriel, fue nombrado consejero delegado, después de que los accionistas ratificaran ayer su nombramiento como consejero.

La junta general de accionistas aprobó ayer una amplia remodelación del consejo y decidió congelar la retribución de sus miembros, que se mantiene en 41.000 euros.

En concreto, se ha dado entrada en el órgano rector a Salinas Moya; a Ahorro Corporación que, según la compañía alimentaria, ha manifestado su deseo de convertirse en accionista "estable y comprometido" con su futuro; a Giuseppe Gasparini, accionista de SOS y conocedor del mundo del aceite de oliva y del mercado italiano, y a José Querol, como consejero-secretario del consejo.

El consejo destacó la figura de Vicente Sos y le nombró presidente honorífico del grupo, en reconocimiento a su "dedicación y lealtad" a la compañía.

Entre otros acuerdos, los accionistas acordaron la ampliación de capital por 200 millones de euros para reestablecer el equilibrio financiero de la compañía ante el "daño patrimonial" causado por los antiguos gestores, contra quienes se aprobó ejercer la acción social de responsabilidad.

El ajuste patrimonial realizado como consecuencia de la disposición de fondos por parte de una sociedad ligada a los Salazar, unido al saneamiento de otros activos, ha supuesto la realización de unas provisiones por importe de 212,3 millones de euros. Como consecuencia, el grupo cerró 2008 con una pérdida neta de 192,77 millones de euros. La junta aprobó asimismo la designación de Deloitte & Touche como nuevo auditor.

La Junta de ayer concedió al consejo la facultad para ampliar capital en el plazo de cinco años sin necesidad de convocar nueva Junta, lo que permitirá al consejo llevar a término la ampliación que anunció el pasado mes de mayo por valor de 200 millones de euros.

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