¿Volverá el consumo a ser lo que fue?
Aún es pronto, quizás, para comprobar cuáles son todas las consecuencias que la crisis nos va a deparar, pero algunas cuestiones empiezan ya a ser incontestables. Una de ellas se refiere al comportamiento del consumo privado, que no olvidemos supone alrededor de dos tercios del PIB y que es muy probable que tarde bastante tiempo en tomar el vigor que exhibió en los años pasados, si es que llega algún día a hacerlo.
En primer lugar, hay que considerar que según todas las previsiones la situación del mercado laboral apunta a que vamos a instalarnos en tasas de desempleo de dos dígitos y muy cerca del 20% durante los próximos años. El empleo, a nivel agregado, representa la principal variable que cualquier economista mete en el modelo para intentar explicar el comportamiento del consumo. En segundo lugar, el recurso a la financiación ajena va a distar mucho de la alegría de la que disfrutó en los últimos años habida cuenta de que la delicada situación de muchas entidades financieras impedirá trasladar los impulsos monetarios del banco central a los ciudadanos tanto en términos de volumen crediticio nuevo como de diferencial sobre euríbor en el tipo de interés aplicado. Y además, con la persistencia de incertidumbres laborales, regulatorias, impositivas, etc parece fácil adivinar que la propensión marginal al consumo va a ser inferior a la vista hasta ahora, y que cualquier incremento marginal de renta es muy probable que se destine a aumentar la tasa de ahorro, por lo que pueda pasar.
Estando así las cosas, los cambios están afectando a los hábitos cotidianos y así empieza a estar mal visto ciertos signos de ostentación, se dedica más tiempo a estar en casa con los amigos y la familia, se disfruta de actividades que no suponen un gasto como dar un paseo y es muy probable y quizá hasta deseable que todos seamos un poco más solidarios. Pero evidentemente siempre habrá la excepción que confirme la regla y si no que se lo pregunten a Cristiano Ronaldo.
Luis Peña Kaiser. Consejero delegado de Fonditel Pensiones