La Seda vuelve a cambiar de presidente y ultima un plan de reestructuración
El consejo de administración de La Seda de Barcelona aprobó en su reunión del viernes nombrar al consejero José Luis Morlanes, nuevo presidente, en sustitución de Joan Castells, que abandonará también la vicepresidencia. Este es el segundo cambio en el máximo cargo de la compañía química en los últimos nueve días, tras la renuncia de Rafael Español del día 9.
El representante de la sociedad Inverland Dulce, Carlos Gila, accedió a la vicepresidencia. Gila representa al grupo portugués Imatosgil, que a través de varias sociedades es el primer accionista de La Seda con el 12% del capital. Carlos Gila se convirtió en 2001 en el propietario de Sintel, antigua filial de Telefónica.
Con estos relevos, accede a la presidencia de La Seda un antiguo representante del sindicato UGT en la empresa, que abrió el consejo a los agentes sociales y partidos políticos catalanes a principios de los años noventa coincidiendo con su peor crisis, cuando el abogado Jacinto Soler Padró era el principal accionista. Morlanes entró en el consejo en 2001 y fue nombrado por unos meses director general en 2004.
La reunión del consejo aprobó la renuncia de Carlos Moreira como miembro de la sociedad Júpiter, también representante de Imatosgil. Curiosamente, Carlos Moreira fue nombrado en otro de los puntos del día como consejero independiente a propuesta de Rui Soares, de Caixa Geral. Todos estos cambios refuerzan la gestión de los socios portugueses Caixa Geral-Imatosgil en La Seda, a pesar de que en septiembre pasado rompieron su pacto parasocial. La compañía ha convocado el jueves 25 la próxima reunión del consejo, para aprobar el plan de reordenación y las cuentas de 2008, el detonante de los problemas. Paralelamente, el consejero delegado del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), José María Ayala, explicó que espera el plan de viabilidad para conceder un crédito de 15 millones.