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La conmoción de Barroso

Algunos testigos que le vieron salir de la reunión con sus "jefes" incluso pensaron que le habían negado la renovación al frente de la Comisión Europea. La pesadumbre también parecía reinar entre sus acompañantes, como su jefe de gabiente o su portavoz.

Pero Barroso, al que algunos denominan como "camaleón" (un término que él mismo toma como positivo), se explayó durante la rueda de prensa para describir el entusiasmo incontenido que todos los Gobiernos habían mostrado por su labor. "Creo que nunca antes había habido tanta unanimidad a favor de un presidente de la Comision", llegó a decir.

Lo cierto es que su candidatura oficial ha quedado pendiente de una complicada negociación con los jefes de los grupos políticos del Parlamento europeo. Y Barroso, que en los días previos a la cumbre europea que ha terminado hoy, peleó por arrancar una designación definitiva, sabe, probablemente, que esa incertidumbre puede jugarle una mala pasada. En las próximas semanas veremos si tiene motivos para emocionarse o para seguir conmocionado. Hasta entonces, debería vigilar muy de cerca los movimientos del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Foto: Barroso y Sarkozy en octubre de 2008 (Comisión Europea)

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