El Estado entrará en los consejos de las cajas con el fondo de ayuda
El nuevo fondo de reestructuración y ordenación de la banca (FROB) que ultima el Gobierno contempla la posibilidad de adquirir cuotas participativas de cajas de ahorros, con derechos políticos, algo insólito hasta ahora. El Estado podría entrar así, indirectamente, en el consejo de aquellas entidades a las que ayude, aunque sería de forma temporal.
El campo de juego en el que opera la banca española va a cambiar radicalmente, y cada vez falta menos para que se produzca la transformación. La aprobación del nuevo fondo de ayuda para la banca, conocido como FROB, se producirá antes de que acabe el mes, según explicó ayer la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado. Una vez que vea la luz, nada será igual en el sector financiero.
La ministra de Economía, que inauguró ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander unas jornadas financieras patrocinadas por BBVA, dio algunos detalles de cómo funcionará el citado instrumento.
Uno de los aspectos más novedosos de la nueva regulación es la posibilidad de que el fondo adquiera cuotas participativas con derechos políticos. Este tipo de títulos, creado hace varios lustros pero tan sólo utilizado por Caja Mediterráneo (CAM), se define como una acción, pero sin derechos políticos. Quien las compra, obtiene un rendimiento económico de la inversión, pero no participar en los órganos de gobierno de la entidad. Esta definición va a quedar obsoleta dentro de poco.
El Gobierno prevé dos situaciones en las que el FROB actuará. La primera, cuando un banco o caja atraviese graves problemas financieros y, tras buscar una solución privada y tras la intervención del correspondiente fondo de garantía de depósitos, el nuevo instrumento entre en el capital de la entidad. Esta será la actuación más habitual, según explicó ayer Salgado.
La segunda posibilidad de actuación es ante una institución con problemas transitorios. En este caso, el FROB podría comprar de forma temporal títulos de la entidad afectada. Si fuera una caja, esto pasaría por adquirir cuotas participativas. Con la peculiaridad de que tendrían derechos políticos, lo que haría que el fondo tuviera presencia en los órganos de gobierno de la caja, como es el consejo de administración.
Salgado también explicó que si una caja recibe ayudas, la ley estatal de cajas quedaría en suspenso, con lo que se eliminaría en la posibilidad de que una Comunidad Autónoma vetase una fusión entre cajas de diferentes regiones.
El peligro de las entidades 'zombie'
El presidente de BBVA, Francisco González, llamó ayer la atención sobre el peligro de que los Gobiernos alimenten a entidades financieras zombie, bancos o cajas inviables que son mantenidos artificialmente. Este tipo de políticas, argumentó, "impiden la consolidación de un sistema bancario fuerte y solvente, y drenan recursos que se podrían emplear de forma mucho más eficiente". González también advirtió sobre las tendencias proteccionistas que afectan al sector financiero: "obstáculos a las entidades de capital extranjero para que adquieran bancos en dificultad, prohibición o condiciones desfavorables a las entidades con capital extranjero que operan en un país, o las presiones para que las entidades que han recibido ayudas públicas en un país concentren sus operaciones de crédito en ese país". Estas prácticas, según el banquero conducen a la fragmentación del sistema financiero global.