El nuevo El Prat se abre camino
El presidente del Gobierno inaugura hoy la flamante terminal 1 del aeropuerto de El Prat, con la que Barcelona se sitúa de una vez entre las ciudades europeas con instalaciones aeroportuarias de gran capacidad. De la posibilidad de gobernar a treinta millones de pasajeros, pasa a sesenta millones, cantidad similar a las que en Europa continental sólo llegan Madrid, Fráncfort o París. Barcelona siempre ha considerado que con la culminación de este proyecto, que arrancó hace cinco años, podría convertir El Prat en el gran aeropuerto del sur de Europa, tomando terreno creciente en vuelos intercontinentales.
Pero en este negocio del transporte aéreo una cosa es proyectar y otra ejecutar. No es este el mejor momento para poner en marcha un proyecto de esta magnitud, pero como nadie puede amoldar el calendario de los ciclos económicos, ahí estará El Prat con su gran capacidad operativa para cuando regrese la bonanza económica y el transporte aéreo retome su protagonismo. Barcelona tiene un honorable papel como centro de turismo de calidad en Europa, y no es despreciable su aportación a los negocios. Pero no es fácil llenar los 365 días del año un aeropuerto con capacidad para sesenta millones de pasajeros. De hacerlo, será en competencia con otros grandes aeródromos europeos que tienen más experiencia. El reto empieza ahora.