La patronal bancaria aboga por la integración de las entidades débiles
El secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, apostó hoy porque las entidades españolas se integren y no se liquiden, ya que la liquidación es "costosa y cara". Asimismo, dijo que el cierre de sucursales es "necesario" para contribuir a minimizar el impacto de la crisis. Aún así, Villasante cree que los bancos tienen "capacidad para no entrar en pérdidas" el año próximo.
Villasante apostó por que las entidades se integren y no se liquiden, ya que la liquidación es "costosa y cara" para todos, por lo que instó a que las entidades mejor gestionadas absorban a las más débiles.
En este sentido, también señaló que las ayudas a las fusiones pueden "aliviar" el proceso, pero resaltó que en ocasiones es mejor que se destinen a fortalecer el sistema que a salvar entidades que no sean viables.
Consideró "lógico" que las entidades financieras reduzcan el número de oficinas para contener los gastos y minimizar el impacto de la crisis, por lo que vaticinó que es un proceso que se seguirá produciendo, porque es lo que se espera de una empresa "bien gestionada".
El numero de empleados y de sucursales se ha reducido, pero es necesario continuar dimensionando la estructura a la realidad del mercado. Es lo que se espera de cualquier empresa bien gestionada y es lo que proporcionara viabilidad futura y capacidad para competir", subrayó Villasante.
Por otro lado, Villasante, dijo hoy que los bancos españoles tienen suficientes recursos y sus cuentas poseen la recurrencia necesaria para publicar resultados positivos, por lo que descartó que puedan entrar en pérdidas el próximo año aunque la crisis se recrudezca.
El secretario de la AEB no quiso entrar a valorar si 2010 será peor que 2009, tras recordar que las previsiones auguran una cierta recuperación, aunque se cierre el año en negativo. En este sentido, señaló que la morosidad de la banca seguirá incrementándose, fruto de la desaceleración económica, pero que ese aumento se frenará y su capacidad de generar beneficio redundará en unas mayores dotaciones y recursos.
Según Villasante, "la banca española dispone de un volumen de negocio razonable y un nivel de riesgo moderado", aunque muy relacionado con la economía en la que opera, pero en definitiva, el negocio recurrente "permite realizar un notable esfuerzo en provisiones" y seguir registrando beneficios, "lo que hace que no restemos recursos propios".
El beneficio cae un 21,5% hasta marzo
Los grupos bancarios que operan en España tuvieron un beneficio neto de 4.052 millones de euros entre enero y marzo de 2009, lo que supone un retroceso del 21,5% frente al año pasado, debido, entre otras causas, a las dotaciones a provisiones realizadas para afrontar la morosidad.
Según explicó Villasante estos resultados muestran la capacidad de la banca española para gestionar su actividad en un entorno financiero complejo, y en un contexto de "profunda recesión económica" en el que muchos bancos internacionales han tenido que ser rescatados por sus gobiernos.
Entre enero y marzo de 2009, los bancos españoles destinaron 4.135 millones de euros a dotar provisiones y a enjugar pérdidas por deterioro de activos, cantidad que fue un 68% superior a la correspondiente a 2008, con el fin de afrontar el incremento de la morosidad, que se situó en el 2,95%, frente al 1,23% de un año antes.
"La historia demuestra que en una banca minorista que haya analizado bien el riesgo, la mora se recupera con el tiempo", explicó Villasante, quien añadió que además, la inmensa mayoría del crédito fallido está respaldado por una vivienda, lo que asegura la recuperación.
Pese a este entorno recesivo, la banca siguió dando créditos en el primer trimestre de 2009, con un avance del 12% en el concedido a la clientela del conjunto de las entidades, según las cuentas consolidadas, que situó este negocio en 1.342 millones de euros.
En términos de solvencia, Villasante destacó la calidad y el elevado nivel de la ratio BIS, del 13,2%, que los bancos españoles han logrado "por sus propios medios" y sin recibir ningún tipo de ayudas públicas, tras haber aumentado el 9,5% sus recursos propios computables.
Además, al cierre de marzo, la banca española presentaba un exceso de recursos propios de 43.746 millones de euros por encima de los límites regulatorios requeridos, un 15,5% más de exceso que un año antes.
En cuanto a la evolución de los márgenes de negocio, el de intereses creció el 32%, hasta alcanzar los 11.656 millones de euros, debido al incremento de la actividad y al recorte de los tipos de interés, aunque "es previsible" que este aumento se modere a lo largo del ejercicio, dijo.
La actividad de explotación cayó el 13,8% tras el esfuerzo destinado a saneamientos, que sumó 4.135 millones, casi un 70% más que un año antes, en respuesta al incremento de la mora, por lo que la cobertura bajó hasta el 77%, aunque se mantuvo por encima de la de los países del entorno.
Caída de las comisiones
La caída de las comisiones refleja también el actual momento económico, con un retroceso del 12,3%, debido a la reducción de las retribuciones cobradas por la venta de productos no bancarios y de valores, lo que se explica por el traspaso de fondos de inversión y de pensiones a depósitos bancarios y por la "fuerte corrección" experimentada por las bolsas de valores.
Los gastos generales crecieron moderadamente, el 2,2%, pese a lo que la ratio de eficiencia empeoró hasta el 49,5% frente al 40,3% de un año antes, si bien este porcentaje no tiene en cuenta las provisiones realizadas.
Por otra parte, la rentabilidad en términos de ROE, que se mide sobre los fondos propios, se situó en el 13,7% en las cuentas consolidadas, similar a las del cierre del pasado ejercicio.