Los ejecutivos aparcan el avión
Sabes que son momentos duros cuando los banqueros hablan sobre eficiencia energética, los bancos de inversión dejan de pagar los taxis y la industria aeronáutica se preocupa por las videoconferencias. La Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA) advirtió que la industria podría perder más de 9.000 millones de dólares este año, debido a la prolongada recesión y al fantasma del aumento de los costes del carburante. Pero la IATA también alertó de que la videotecnología ha llegado a ser un duro competidor para las aerolíneas.
Para aquellos con experiencia en videoconferencias, allá por los años 1980, esto puede sonar disparatado. En aquellos días, estas sesiones eran a menudo peores que una llamada de teléfono, estropeada por retrasos continuos, ecos y fallos de comunicación. Pero es un completo nuevo mundo. Algunas de las facilidades de videoconferencia de hoy hacen sentirte como si estuvieras sentado alrededor de una mesa de conferencias virtual. No necesitas reunirte y saludar en persona cuando puedes acudir a una reunión en el ciberespacio a un coste muy pequeño. El equipamiento es caro, pero ahorras pronto en billetes de avión y cuentas de hotel.
Las reuniones internas son especialmente ideales para la videoconferencia. Puede compensar hasta un 40% de un presupuesto de viaje, según un reciente informe de la Association of Corporate Travel Excutives, y ha sido el más duro golpe en la actual recesión.
Por supuesto, volar para procurar el contacto personal no va a desaparecer enteramente. No existe sustituto real para un almuerzo compartido y un firme apretón de manos. Pero cuanto más dure la recesión, es más grande el riesgo de que los ejecutivos decidan emplear más tiempo frente a una cámara. Aerolíneas y aeropuertos deberían intentar que los vuelos sean algo menos caros y dejen de ser un calvario. De otra forma, los viajeros de negocios podrían utilizar demasiado su propia realidad virtual.
Fiona Maharg-Bravo