Un auténtico brote de normalidad
Miguel Rodríguez - 10/06/2009
La verdadera noticia de los últimos días, el auténtico brote verde, es la progresiva normalización del mercado financiero. El Tesoro americano ha aceptado que 10 bancos devuelvan el dinero que les prestó, principalmente vía nacionalizaciones parciales, para evitar su caída.
Según el Gobierno, si esta decena de entidades acuerda recomprar las participaciones preferentes que tiene en poder la Administración americana, el Tesoro recuperará cerca de 68.000 millones de dólares (unos 48.500 millones de euros), una parte de los cuales se destinará a mantener la estabilidad financiera en caso de que empeore la situación económica, y otra permitirá combatir la mórbida obesidad de la deuda estadounidense.
Son, se mire por donde se mire, buenas noticias, que confirman el manido "lo peor ya ha pasado". Sobre todo, porque entre las entidades que han pedido devolver lo prestado parece que figuran algunos de los grandes nombres de la banca norteamericana. Aunque el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se ha apresurado a decir que queda mucho por hacer antes de dejar el sistema financiero como una patena, el hecho de que los grandes bancos hayan realizado exitosas ampliaciones de capital de las últimas semanas, y el hecho de que las Bolsas hayan subido con fuerza, incluido el sector financiero, no dejan de ser signos de que el sistema financiero se está recuperando, condición indispensable, según los expertos, para comenzar a hablar de un rebote económico en condiciones.
Al parecer, los bancos están deseando zanjar sus deudas con el Estado para recuperar las riendas de su propio destino, y sortear por fin las duras restricciones que ha impuesto el Gobierno al desarrollo de sus negocios. Se quejan, además, de que las limitaciones salariales, tras el escándalo de los bonus millonarios, está provocando una fuga de cerebros hacia bancos extranjeros y hedge funds.
Todo sea que, una vez libres del yugo estatal que ha dirigido sus destinos en los últimos meses, no vuelvan a salirse del surco.