GM, abocada hoy a la quiebra tras vencer el plazo para mostrar su viabilidad
General Motors recibió este fin de semana el apoyo de la mayoría de acreedores para transformar parte de la deuda en capital, lo que deja la compañía a punto para encarar el concurso de acreedores, que se prevé que se inste hoy mismo. La automovilística, además, inicia hoy también el traspaso de su filial europea, Opel, a Magna lo que ha sido bien recibido, aunque con cautela, en la planta de Figueruelas.
La agenda empresarial del día tiene una previsión histórica. Hoy 1 de junio se prevé que General Motors inste el concurso de acreedores. Será el tercero más grande de la historia de EE UU y el primero dentro del sector industrial. Según la CNN, el presidente Barack Obama se encargará de anunciarlo y el consejero delegado de la compañía, Fritz Henderson, dará los detalles en una rueda de prensa en Nueva York.
La automovilística, que durante décadas fue la mayor del mundo, consiguió el sábado que la mayoría de sus bonistas aceptase el canje propuesto para convertir una deuda de 27.000 millones de dólares en el 25% del capital. La compañía rehusó detallar qué porcentaje de acreedores se había acogido al canje, si bien Reuters aseguró que el porcentaje de aprobaciones había superado el 50%. El sí de los acreedores se produce después de que el lunes pasado rechazasen el primer ofrecimiento de canje de deuda por el 10% de las acciones. GM se vio obligada a ofrecer warrants que ampliarían un 15% más el porcentaje del capital que controlarán. Además, arrancó el compromiso de los bonistas a aprobar una reestructuración rápida para acelerar la salida del concurso.
El viernes, GM consiguió que el sindicato de la automoción aceptara un nuevo convenio que permite ahorros de 1.300 millones de dólares al año.
Tal y como se ha estructurado el plan de viabilidad tras el concurso, el Gobierno de EE UU, que financiará a la automovilística de Detroit durante el proceso con unos 60.000 millones de dólares, tendrá inicialmente el 72.5% de las acciones. La Administración ya ha concedido préstamos por casi 19.000 millones de dólares. El fondo de prestaciones sociales del sindicato (Veba) se quedará con el 17,5% de GM y los bonistas, con el 10%. Según suba la capitalización, la participación del Gobierno se reducirá y aumentará la de bonistas y la del sindicato.
GM ha ido así solventando obstáculos que frenaban su reorganización ordenada y que ahora la abocan a un concurso que se prevé rápido, entre dos o tres meses, según la Administración que fue quien le dio de plazo asta hoy para hacerlo fuera de los tribunales.
Uno de los problemas de GM estaba en Europa, donde tras duras negociaciones se ha llegado este fin de semana a un acuerdo de traspaso del 65% de Opel, filial durante 80 años. El viernes, GM y el fabricante canadiense de componentes Magna, acordaron esta cesión, que ha contado con el visto bueno de Berlín y permitirá el respaldo del Gobierno alemán al fabricante del Vectra.
El apoyo incluirá avales de hasta 4.500 millones, que contienen un crédito de 1.500 millones aportados por la banca pública. Opel quedará formado como sociedad fiduciaria que, según la agencia Reuters, estará activa, al menos, hasta 2014. De esta forma, se protegerá a la marca y a sus activos (principalmente las fábricas) de posibles turbulencias en GM. En Figueruelas, sus 7.500 trabajadores están esperando las nuevas directrices de la compañía.
Magna cubrirá las necesidades de liquidez inmediatas de Opel con 300 millones y aportará a medio plazo, junto a su socio ruso Sberbank, hasta 700 millones. Ni un solo euro de esta cantidad viajará a Detroit. Magna controlará un 20%, el resto se repartirá entre el fabricante ruso GAZ y la institución financiera rusa Sberbank (35%). GM se quedaría, según la prensa canadiense, con otro 35%, mientras los trabajadores controlarán un 10%.La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró ayer muy crítica con la dirección de General Motors en Detroit. Según Merkel, el rescate de Opel ha sido una obligación causada por la "pésima gestión" de la compañía estadounidense. La canciller admitió que tuvo que hablar con su homólogo americano, Barack Obama, este fin de semana y que las relaciones entre EE UU y Alemania se han puesto bajo una cierta presión por la situación en Opel.
Merkel ataca a la dirección de la compañía
La canciller, que se enfrenta a unas elecciones el próximo 27 de septiembre, quiso dejar claro que la ayuda del Estado es extraordinaria "y lo hacemos sabiendo que el estado no es el mejor empresario".Opel emplea directamente a 25.000 de los 55.000 trabajadores europeos en sus plantas de Alemania. Tras este país, España, con su fábrica zaragozana de Figueruelas tiene la segunda mayor plantilla del fabricante de coches. Se espera que pese al acuerdo, se destruirán unos 10.000 puestos de trabajo en toda la compañía.La tensión generada por la crisis de Opel ha generado más que un problema internacional, ya que el el propio ministro de economía alemán Karl-Theodor zu Guttenberg, considera que el pacto con Magna presenta muchos riesgos para los contribuyentes. Guttenberg llegó a favorecer una insolvencia "ordenada de la empresa".