_
_
_
_

"Ay, quién maneja mi barca"

Miguel Rodríguez - 29/05/2009

La banca privada, a nivel mundial, pasa por su propia crisis interna. Una crisis marcada por la pérdida de confianza de los clientes, las grandes fortunas, que en numerosos casos han visto cómo mermaban sus patrimonios, no ya por el descenso de los mercados, sino porque invirtieron en productos ligados a alguno de los últimos escándalos financieros, ya sea la quiebra de Lehman Brothers, la estafa de Bernard Madoff o similares.

El problema es que la confianza es el mayor patrimonio que posee una entidad de banca privada. El asesoramiento se basa en una relación de confianza del cliente hacia el banquero y en un conocimiento profundo del perfil, el carácter y la situación personal y financiera del cliente por parte del banquero.

El objetivo de la banca privada bien entendida no es tanto multiplicar el patrimonio de su cliente, como planificar sus finanzas en función de unos objetivos, donde el principal es la preservación de ese capital y el mantenimiento del poder adquisitivo. No se trata tanto de hacer más rico al que ya lo es, como de ayudarle a gestionar ese patrimonio de la manera más óptima.

Para ello, el asesor dispone de infinidad de productos financieros, unos más simples y otros más complejos. Y éstos últimos han ido ganando peso en las carteras de los grandes patrimonios al mismo tiempo que sus estructuras se iban complicando cada vez más. En esa confianza ciega del cliente hacia el asesor, probablemente muchas fortunas han invertido en lo que no debían, y ahora no se fían. La relación banquero cliente se ha roto y ello va a obligar al sector a replantear todo el negocio.

La industria de la banca privada reconoce que se va a producir un back to basics, el regreso a los instrumentos financieros más sencillos. Y en el camino tendrán que recuperar la confianza perdida por muchos clientes. "Ay, quién maneja mi barca, que a la deriva me lleva", cantaba Remedios Amaya. Si eso es lo que piensa el cliente sobre su asesor, algo tiene que empezar a cambiar. mrodriguez@cincodias.es

Archivado En

_
_