Confortable espacio en Flex
Gerardo España dirige la creatividad de la compañía desde un lugar funcional.
La pregunta que más le hacen últimamente a Gerardo España, director de marketing de Flex, es si el parto que aparece en el anuncio de televisión es real. Y sí que lo es. "Tuvimos la suerte de encontrar a una pareja que quisiera hacerlo, pero lo mejor es que el parto transcurrió en una hora y cuarto. No ha habido manipulación en el anuncio", asegura este ejecutivo. Está orgulloso de la campaña lanzada por la compañía, cuyo objetivo es "dar un paso adelante en la industria del colchón, del que ya se ha dicho todo sobre sus capacidades". Y como de innovar se trata, sobre todo cuando la necesidad aprieta, Flex ha querido adelantarse y ser pioneros en "decir que la cama es importante, el lugar donde ocurren acontecimientos, pasamos muchas horas al día y en donde no podemos escatimar porque es una buena inversión, ya que no hay muchos bienes que se vayan a utilizar tanto".
Según España, Flex es una marca casi centenaria, "y se encuentra en la posición adecuada para dar el salto y liderar un punto de vista diferente". Sobre el secreto de su longevidad, asegura que se trata de aplicar el sentido común, no hacer tonterías, ser prudente con las inversiones y con la gestión del día a día. Asegura que todas las empresas sufren altibajos y la clave es aprovechar los buenos momentos para superar los malos. "Es muy duro ver caídas de mercado de dos dígitos y eso hace que en el día a día tengas que esforzarte más". La crisis inmobiliaria ha afectado a la venta de colchones y demás complementos de cama. "La caída del consumo nos está perjudicando porque la gente se retrotrae a la hora de consumir y prefiere alargar la vida del colchón, que se recomienda hacerlo cada día 10 años".
Gerardo España, nacido en Casablanca hace 46 años, ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en el sector automovilístico, en la multinacional francesa Renault. Comenzó como director comercial, después se ocupó de la parte de imagen corporativa, publicidad y marketing. Hace dos años le ofrecieron ser responsable de marketing de Flex y no se lo pensó. "Las cosas en la vida no se deciden, vienen y las aceptas. Yo estaba muy a gusto en Renault pero la vida te pide los cambios. Necesitaba crecer y descubrir cosas nuevas". Y en ello está. Porque el grupo Flex es algo más que colchones, ya que agrupa marcas como Dormilón, Mash y Noctalia. "Pero además el factor tamaño es importante porque cuando trabajas en una empresa grande todo está compartimentado, no tienes una visión global del proceso e influyes menos en la dinámica del negocio. En cambio, en una empresa más pequeña tienes más poder de decisión y hay mucha más comunicación". La vertiente internacional está cubierta en Flex, una empresa de corte familiar, porque está presente, además de España, en países como Chile, Brasil, Cuba, Portugal y Reino Unido. La crisis, asegura Gerardo España, ha cambiado las relaciones dentro de la organización y ha creado un nuevo estilo de gestión, "ahora tenemos que estar más pendientes de la gente para que no se desanime porque hay que trabajar mucho para conseguir un rendimiento inferior al de antes". Cree que los ejecutivos tienen la obligación de no perder los nervios y de transmitir a los equipos que de la crisis se sale. "Intento ser transparente, discutir las decisiones porque eso me ayuda a pensar, pero también consigues que la gente tenga la sensación de estar construyendo algo. El problema ahora es que el retorno no está tan claro y hay que remar mucho para avanzar poco", señala España. Su misión está clara: dar confianza sin banalizar la situación. "Tenemos que hacer sacrificios, trabajar más y mejor, y medir por anticipado las consecuencias de las decisiones que tomamos".
No le gusta pasar demasiadas horas en el despacho. Prefiere distribuir su tiempo en reuniones con distintos departamentos, sobre todo con innovación y desarrollo y con las áreas comercial e industrial. Es una de las razones por las que Flex ha trasladado sus oficinas a un polígono industrial a las afueras de Madrid, donde tiene ubicada la fábrica. "Tenemos que estar en contacto con el producto".
Utilidad de la cama y prueba del muelle
Flex tiene en marcha una serie de campañas publicitarias, en la misma línea que la del parto, "con la que pretendemos transmitir la utilidad de la cama", explica Gerardo España desde su despacho, un espacio funcional sin ningún adorno fuera de tono. Es austero por naturaleza, no porque la crisis imponga nada. Muy cerca de su mesa de trabajo tiene un calendario, que utiliza, dice con humor, para "contar los días que pasan del año". También tiene alguna foto familiar de sus hijas, una caricatura en la que aparece junto a su anterior equipo en Renault. En la estantería tiene ordenados diccionarios de inglés, libros de diseño e innovación y de gestión, donde destaca uno pendiente de leer, Ultimate Question, de Fred Reichheld. También almacena los cuadernos, uno por año, que ha ido acumulando a lo largo de su trayectoria. Y poco más. "Entiendo que el trabajo es el trabajo y tu casa es tu casa, y los objetos personales los tengo allí". Lo que siempre tiene a mano es un muelle, del que dice que es mucho más de lo que aparenta. Es un sofisticado sistema multielastic de hilo cruzado con el que pone a prueba a todo aquel que entra a trabajar en su equipo. "Es como un jersey, si tiras de él se puede deshacer, y me gusta enseñarlo porque es la clave de nuestro negocio".