Berlín crea un 'banco malo' para que adquiera activos 'tóxicos'
El Gobierno alemán aprobó ayer un plan para la creación de un banco malo cuya misión será comprar activos tóxicos a las entidades financieras del país para restaurar la confianza del sector bancario.
El banco tóxico alemán echa a andar. El Ejecutivo encabezado por Angela Merkel acordó ayer la creación de esta controvertida institución, que estará encargada de engullir los activos ilíquidos de entidades financieras germanas. Berlín pretende así evitar nuevos rescates bancarios que supongan más desembolsos de los contribuyentes, en un año de elecciones.
El plan prevé la creación de vehículos especiales en los que las entidades podrán depositar estos activos tóxicos. En un primer momento el proyecto está dirigido a los bancos comerciales del país aunque, según diversas fuentes, en las próximas semanas se completará otro plan para la creación de un 'banco malo' dirigido a los bancos regionales públicos.
El esquema que se seguirá es la permuta de activos malos por bonos garantizados durante 20 años.
Esta iniciativa deberá ser ahora aprobado por el Parlamento. El Gobierno de Angela Merkel pretende obtener la autorización parlamentaria antes de las vacaciones estivales.
El ministro de Finanzas germano, Peter Steinbrueck explicó ayer que el fondo estatal para el rescate de bancos está lo suficientemente dotado para poder asumir la carga del banco malo. Este organismo, conocido en alemán como Soffin, tiene 260.000 millones de euros disponibles mientras que el conjunto de activos tóxicos que acumulan los bancos alemanes no llega a los 200.000 millones, según el ministro.
Los bancos alemanes se encuentran bajo la presión de miles de millones de este tipo de activos, lo que retrae su capacidad de préstamo, agravando los efectos de la recesión. Un ejemplo de la situación que viven las entidades del país es Commerzbank, que el viernes pasado anunció unas pérdidas de trimestrales de 861 millones de euros como consecuencia del impacto de la depreciación de 2.600 millones de euros de sus activos.
"Entiendo a los políticos cuando dicen que no podemos cargar esto sobre los contribuyentes, pero debemos asegurarnos de que el sistema bancario puede funcionar porque de otra manera tendremos problemas en el futuro", explicó ayer el director de la federación alemana de banca, Manfred Weber.
Bélgica debate sobre las garantías para KBC
El Consejo de Ministros belga debatió ayer sobre el método para otorgar garantías al grupo financiero KBC, después de que reconociera fuertes provisiones por la depreciación de su cartera de deuda. "Hemos intervenido para reforzar el capital, junto con la región de Flandes. Ahora buscamos como contabilizar los riesgos de pérdidas ligados a ciertos productos", explicó ayer el ministro de Finanzas Didier Reynders. Según el periódico belga De Tijd, KBC tendrá que provisionar entre 2.000 y 4.000 millones de euros por inversiones en CDO (títulos ligados a activos). KBC aseguró en un comunicado que no comentaría "rumores salvajes". Sus acciones no cotizaron ayer. La nueva oleada de provisiones sería resultado, según De Tijd, del recorte de la calificación crediticia de la aseguradora de bonos MBIA.