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Columna
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El arte, una difícil cobertura

Las subastas de autores impresionistas y arte moderno en Sotheby's y Christie's la semana pasada no fueron bien. Pero estuvieron lejos de lo espantoso. Lo mismo se espera en las subastas de arte contemporáneo de esta semana. Mientras la crisis financiera ha asestado un fuerte golpe a los hedge funds y a los industriales rusos que pujaron por el arte durante el boom, los ejecutivos de la industria dicen que los ricos coleccionistas están comprando arte ahora para preparar su cámara acorazada por un próximo repunte de inflación. Sin embargo, los que ven el arte como una gran cobertura estarán decepcionados.

El ánimo de los mercados de arte ha sido decididamente pesimista. Hay buenas razones para ello. La debilidad económica mundial ha hundido drásticamente el pool comprador. Y las mejores piezas no han encontrado salida porque muchos vendedores están temerosos de vender con lo que consideran precios a la baja. Además, varias víctimas de Bernie Madoff parecen ser vendedores forzados a precios reducidos.

Así no sorprende que los resultados de las subastas de la semana pasada fueran mediocres. Sotheby's recaudó 61 millones de dólares, por debajo de los 223 millones del pasado noviembre. Y Christie's vendió por valor de 102 millones, comparado con los 277 millones el año antes. Las próximas subastas de arte contemporáneo se espera que sean más de lo mismo. Pero el hecho de que no fuera una birria total fue sorprendente.

Los observadores de la industria lo atribuyen a una figura familiar del pasado -los prósperos coleccionistas atemorizados por la inflación-. La historia muestra que los precios del arte aumentan durante periodos inflacionistas. El índice Art 100, elaborado por Art Market Research, se disparó un 130% desde 1977 a 1982, un periodo que vio incrementarse la inflación en EE UU un 80%. Con cantidades récord de estímulos fiscales siendo bombeadas ahora al sistema, la mayoría de los economistas esperan que la inflación reaparezca.

Pero la moda efímera del arte le convierte en una difícil cobertura. Los artistas que pueden parecer ahora una inversión segura podrían ya no estar de moda en una década. Vincent Van Gogh fue el líder en el precio del arte en el mundo en 1989. Ahora, en un ranking de artistas por subastas recopilado por Artprice, Van Gogh se situó en el puesto 394.

La incertidumbre no es sólo un problema del arte como cobertura. Comprar un picasso no es como comprar caldo de oro. Es altamente ilíquido porque los artículos son a menudo únicos, con un limitado pool de potenciales compradores. Y sus costes de transacción son exorbitantes. Los cargos por minutas de Sotheby's ascienden al 25%.

En realidad, un picasso barato puede no acarrear mucho riesgo. Pero al final, la mejor decisión es relegar las obras de arte a las paredes, no a las cámaras acorazadas.

Jeff Segal

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