Hechizos contra la crisis
Casi una veintena de provectos varones a los que se presume una interlocución frecuente con el Altísimo llegaron el lunes a la sede de la Comisión Europea (foto) para hacer una lectura religiosa de la crisis. Bueno, había también una sacerdotisa, pero apenas se le distinguía entre tantos hombre con faldas.
El presidente de la Comisión Europea y anfitrión del encuentro, José Manuel Barroso, y el del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, escucharon con devoción las admoniciones y las llamadas al arrepentimiento de gurúes tan reputados. Pero han pasado más de 48 horas desde la ceremonia y el hechizo no parece haber frenado la caída de los indicadores económicos de la UE.
Quizá los convocados no eran tan Sumos como pensaba Barroso. O, quizá, la ineficacia del conjuro se debe a que, como apuntó Pöttering, la reunión se ofició sin base legal porque todavía no ha entrado en vigor el Tratado de Lisboa. Ese texto (Irlanda mediante) consagra el formato de este tipo de danzas ecuménicas.
Parece que si los católicos irlandeses persisten en abjurar de ese Tratado cuando sean convocados a un segundo referéndum, las cábalas como las del lunes seguirán siendo sólo una cuestión de credulidad sin resultados tangibles. Bruselas deberá buscar entonces recetas imaginativas y draconianas para mejorar la situación y combatir el paro. Quién sabe. Tal vez, los comisarios europeos tengan que hacer vudú con la figura de algún especulador. O susurrar algún arcano mientras dan vueltas alrededor de una cédula hipotecaria (subprime, a ser posible). Cualquier cosa, por favor, con tal de que acabe la crisis.
Foto: reunión de la CE con líderes religios europeos para analizar su "contribución ética a la gobernanza económica global y europea". Sala de prensa de la Comisión Europea, 11-5-2009. (B. N., 2009).