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Zapatero entra al trapo del G14: elimina la deducción fiscal por compra para dar salida al estocaje de viviendas

El presidente del Gobierno ya se ha enteradao de que la crisis es profunda y que tiene que tomar decisiones arriesgadas para desatascar la situación. En el Debate sobre el Estado de la Nación ha propuesto, por vez primera, cosas concretas alejadas del populismo socialista que ha envuelto su gestión hasta ahora. Ha rebajado la fiscalidad a las pymes y autónomos, ha hecho una apuesta genérica por la economía sostenible, y ha mordido el anzuelo de los promotores inmobiliarios para dar salida al estocaje de viviendas. Pone fecha de caducidad a la deducción por compra de vivienda para acelerar la compra de casas, y la limitará a quienes ganen menos de 24.000 euros desde enero de 2011. Eso sí, si se recompone la demanda de casas, no bajarán los precios; incluso subirán.

No hay concepto económico que distorsione más la actividad económica que las subvenciones, porque interviene en el mercado, violenta y desfigura los precios y expulsa a buena parte de la demanda. La deducción fiscal por la compra de viviemda (hasta hace unos años hasta por adquirir dos o tres casas) ha sido responsable directo del boom de la adquisición de inmuebles de los últimos lustros. Tiene todo el sentido del mundo eliminarla, para limpiar el mercado y hacer flexionar a la baja los precios. Pero tiene más sentido anunciar que nadie que compre casa mañana tendrá deducción, que poner la fecha de caducidad en enero de 2011. Esta medida, buena en términos genéricos, puede convertirse en perversa si provoca una avalñncha de adquisiciones que dispare de nuevo los precios.

Además, es una medida que no genera actividad económica adicional, como no sea la de las actividades comerciales de las inmobiliarias. Porque está destinada a sar salida al estocaje de más de un millón y medio de casas construidas en los últimos años y que no se venden. Es una medida que parece ajustarse como anillo al dedo del G14, las grandes inmobiliarias que han estado presionando al Gobierno y al Parlamento meses y meses para buscar una salida a los ingentes palés de ladrillos que han colocado a lo largo de la geografía nacional en forma de viviendas. Es una decisión que huele a satisfacción de un lobby, y que, además, puede provocar un derrumbe ulterior, una vez eliminada la deducción para las rentas altas, las únicas que adquieren casa teniendo ya otra. ¿O está pensando Zapatero y su Gobierno que en 2011 dios proveerá, y ya veremos si eliminamos la deducción, o no lo hacemos?. Y ¿Qué dirá el Partido Popular, que hasta ayer defendía que había que elevar la deducción hasta el 25% de los desembolsos, para emponzoñar más el mercado y distorsionar más los precios?.

Otras medidas anunciadas en el debate si apuntan directamente a la actividad económica. La desfiscalización parcial de los beneficios de las pymes de menos de 25 trabajadores y menos de cinco millones de euros de ventas, así como de los autónomos, siempre que creen empleo, va bien tirada. En todo caso llega tarde, y debería extenderse a toda la fiscalidad personal y societaria.

Las ayudas a la compra de coches, una vez más, es una subvención, y no esperen que servidor la aplauda. Siempre hay gente que las utiliza para comprar coche, y de hecho han funcionado en el pasado. Pero eso sólo resuelve los problemas coyunturales de los fabricentes, que tienen las campas llenas de automóviles desde hace meses, y a la mitad de sus trabajadopres en regulación. Primero pagamos la regulación, y ahora pagamos las ayudas para la renovación de parque: viva la presión fiscal que soporta todo este andamiaje.

Sólo echo de menos más medidas de gasto a las que tanto nos tiene acostumbrados el presidente del Gobierno, aunque ya dejó claro que una ulterior conferencia de presidentes estudiará medidas de apoyo financiero a los desempleados que pierdan la prestación por agotaniento. Zapatero sigue siendo Zapatero.

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