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Columna
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La fundada preocupación de China

El dólar se debilitó mucho la semana pasada con respecto al euro. Y el optimismo es una de las razones. Los inversores se sintieron lo suficientemente alegres como para abandonar la supuesta seguridad de la divisa estadounidense. El banco central de China advirtió a mediados de semana del "error político" de algunos países occidentales.

Los chinos están preocupados por las decisiones de EE UU y del Reino Unido de imprimir billetes para salir de las turbulencias económicas. La creación de dinero podría acabar corrompiendo el dólar y la libra y fomentando una crisis inflacionaria global.

La última crítica de Pekín aflora tras la previa sugerencia de que al mundo le bastaría con una divisa alternativa al dólar estadounidense. Las críticas tienen importancia, sobre todo porque provienen del máximo acreedor extranjero de EE UU. China tiene 744.000 millones de dólares en deuda estadounidense, 257.000 millones más que el año pasado.

Parece que la República Popular quiere enviar un mensaje a EE UU: respeta la integridad de tu moneda. Si no lo hiciese podría desencadenar el colapso del dólar, aumentando la inflación estadounidense, hundiendo los tipos de interés y profundizando la recesión global.

China no quiere provocar todo esto por sí misma abandonando el dólar. Pero la emisión excesiva de dinero por parte de EE UU podría causar el colapso. La deuda y la emisión de moneda deben ser controladas en Norteamérica.

El mensaje chino al Reino Unido es igual de inquietante. Prácticamente toda la emisión de moneda del Banco de Inglaterra (125.000 millones de libras) se gastará casi con seguridad en bonos del Estado. Y la libra, que no es su divisa de reserva, podría demostrar ser muy vulnerable.

El reciente optimismo de los mercados y los miedos de Pekín pueden tener el mismo origen. La abundante cantidad de dinero impreso por los bancos centrales anglosajones no ha soportado la emisión de bonos, pero parece haber dado vida a los mercados bursátiles y a los precios de otros activos arriesgados.

Pero si estos mercados caen, el impacto del dinero impreso también se evaporaría. Habrá reventado otra burbuja hinchada por la creación de dinero. Sólo aguantarían la recesión y la deuda. Los chinos hacen bien en estar preocupados.

Por Ian Campbell

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