¿Es hora de hacer caja?
En estos días hemos oído en los medios financieros esa recomendación que traducida del inglés viene a decir "vende en mayo y vete", consejo que a lo largo de la historia se ha demostrado muy rentable. La estrategia es sencilla: permanecer en Bolsa entre noviembre y mayo, y estar fuera el resto del año. Esta pauta se sustenta en factores estacionales y psicológicos que provocarían que, durante los meses estivales, se produzca salida de dinero del mercado, dinero que volvería a entrar en los últimos meses del año y en su comienzo. Si analizamos la situación, este año parece ajustarse a este criterio. A pesar de las subidas en los dos últimos meses, la ausencia de visibilidad es significativa. Tras las pésimas previsiones para España ofrecidas el lunes por la UE, que se traducirán en, cuanto menos, mayor destrucción de empleo, menor consumo y mayor morosidad para los bancos, la cautela se perfila como una gran aliada para los bolsistas. En este entorno resulta complicado que el mercado pueda seguir escalando, al menos de manera sostenida, y de un modo u otro, todos los inversores albergan el temor a que antes o después se produzca una nueva fase de caída de las Bolsas. ¿Hasta dónde? Eso nadie lo sabe, pero parece lógico intuir que la llegada del verano puede propiciar un extenso proceso de "toma de beneficios", que no han olvidado la violencia bajista del mercado en los últimos tiempos, ni tampoco el hecho de que las grandes amenazas que se ciernen sobre nuestra economía se mantienen inalteradas. En este contexto, es razonable pensar que nadie quiera enfrentarse a un nuevo rebrote de la volatilidad y del miedo inversor durante el periodo vacacional. Llámenlo "profecía autocumplida", pero el sell in may and go away puede volver a ser este año la estrategia ganadora.
Javier Barrio. Responsable de ventas institucionales en España de BPI