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Constructoras

OHL avanza que sólo construirá inmuebles de carácter singular

Ya sólo suponía una porción marginal del 2% en las ventas del grupo, pero el deseo de Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, es que, cuando acabe el año, el negocio residencial haya desaparecido por completo del balance de la constructora.

"Estamos decididos a desaparecer de ese mercado", subrayó ayer, poco antes de comparecer ante la Junta de Accionistas de OHL. "Cumpliremos los compromisos con clientes -entre los que se encuentra el desarrollo turístico de Mayakoba, en la Riviera Maya mexicana, con una inversión de 55,8 millones de euros- y luego nos dedicaremos únicamente a la construcción de edificios singulares, como un Palau de la Música, un Teatro del Canal".

La constructora ha venido reduciendo paulatinamente su presencia en este mercado desde 2002 y ha eludido en gran medida el impacto del desplome del ladrillo. Una de las pocas cosas, por cierto, que valoró el banco de inversión JP Morgan, tras la decisión adoptada el 16 de marzo por la agencia Fitch de bajar la calificación de su deuda a bono basura.

Por contra, el banco cuestionó la alta dependencia de OHL del sector privado (en torno a un 30% de su negocio) y la escasez de adjudicaciones a nivel internacional, donde se supone que la constructora tiene puestas sus esperanzas de futuro.

Volcados en el exterior

Villar Mir se esforzó ayer en desmontar estas objeciones. Primero, recordó que OHL no ha tenido que desinvertir, ni refinanciar deuda, que no tiene vencimientos pendientes hasta 2012 y que tiene liquidez para cubrir su deuda neta con recurso a las cuentas del grupo (716 millones).

Luego, reafirmó la anunciada refundación de OHL como empresa concesionaria, más que constructora; recalcó la prosperidad del negocio concesional, que aporta ya el 56% del ebitda del grupo; defendió la prudencia de sus decisiones en el marco internacional -entrando únicamente en contratos con garantía de cobro y márgenes mínimos del 15%-; y reiteró la apuesta internacional del grupo. De hecho, afirmó que este 2008 será el último año en el que el negocio nacional aporte más facturación que el internacional.

Para apuntalar sus afirmaciones reveló la existencia de sendos acuerdos con el Gobierno chino para desarrollar la mayor planta de explotación de metal silíceo del mundo, con una inversión asociada de 1.000 millones de euros; y para estudiar la viabilidad de una autopista de peaje en la provincia de Sichuán, que, de confirmarse, se traduciría en un contrato de 1.400 millones.

También confirmó la existencia de negociaciones avanzadas con una empresa norteamericana para reforzar la presencia de OHL en la Coste Este de EEUU.

Por otra parte, la Junta de Accionistas aprobó ayer el reparto de un dividendo de 45 céntimos por acción a cuenta del beneficio de 2008 y la continuidad del plan de recompra de acciones hasta amortizar un 5% del capital.

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