Citi busca capital para eludir el control estatal y JPMorgan prevé más fusiones en EE UU
Citigroup podría intentar reunir capital de inversores privados, en lugar de recurrir a los fondos del plan de rescate público de EE UU, para reforzar su situación y evitar caer bajo control gubernamental.
La entidad radicada en Nueva York recibió el año pasado ayudas públicas valoradas en 52.000 millones de dólares (38.860 millones de euros). Los reguladores han indicado que no será necesaria otra aportación de fondos sufragada con dinero de los contribuyentes. Las negociaciones se centran ahora en qué proporción de las acciones preferentes de la firma que posee el Gobierno debe convertirse en títulos ordinarios. Según un plan establecido el pasado febrero, Washington transformaría hasta 25.000 millones de dólares (18.680 millones de euros), lo que le otorgaría el 36% de los derechos de voto en el grupo.
Si Citi logra dinero de inversores privados podría disuadir al Departamento del Tesoro de convertir en acciones parte o la totalidad de sus 27.000 millones de dólares (20.175 millones de euros) restantes en preferentes. Este paso que permitiría al Estado controlar más del 50% del banco y equivaldría a nacionalizar la que fuera mayor entidad del mundo.
Entre tanto, Bank of America desmintió ayer las informaciones aparecidas en Financial Times, según las cuales el grupo se plantea ampliar su capital en 10.000 millones de dólares (7.500 millones de euros).
Por otra parte, el consejero delegado de JPMorgan, Jamie Dimon, vaticinó ayer que el proceso de consolidación de entidades continuará en EE UU. "Todavía quedan demasiados bancos en el país", afirmó el directivo en una conferencia con analistas. JPMorgan se hizo el pasado año con Bearn Stearns y los activos de Washington Mutual. Dimon apuntó que el grupo todavía digiere esas adquisiciones, aunque añadió que es posible que los reguladores aún miren hacia su entidad para tomar parte en nuevas compras.