Zapatero negocia para que Almunia siga como comisario de Economía
José Luis Rodríguez Zapatero visitó ayer, por primera vez en sus cinco años como presidente del Gobierno, la Comisión Europea. El mandatario español mantuvo una reunión bilateral con el presidente del organismo comunitario, José Manuel Barroso; asistió a la reunión semanal de los comisarios europeos; y celebró un almuerzo de trabajo con varios de ellos.
Al término del encuentro, tanto Rodríguez Zapatero como Barroso demostraron una sintonía que parece nacida de los intereses mutuos más que de la coincidencia política o personal.
Zapatero reiteró su "respaldo firme y permanente" para reelegir a Barroso como presidente de la Comisión tras las elecciones del Parlamento europeo del próximo mes de junio, a pesar de que el portugués es el candidato para ese puesto del Partido Popular Europeo.
Barroso, por su parte, prometió todo su apoyo para "confirmar formalmente la participación de España en todas las citas del G-20" y llegó a afirmar que ese foro internacional "no tiene sentido si España no está". Bruselas, sin embargo, siempre ha defendido que los socios de la UE unifiquen su representación en los foros internacionales y dejen así espacio a los países emergentes.
La complicidad entre la Moncloa y el Berlaymont (sede de la CE en Bruselas) también puede dar réditos durante el repartos de cargos en las instituciones comunitarias que tendrá lugar a partir del próximo otoño.
Zapatero, en relación con la futura Comisión, dejó ayer muy claro a Barroso durante su rueda de prensa conjunta que "estamos muy satisfechos con el área que tenemos Economía y con el comisario que tenemos Joaquín Almunia".
Los pasillos bruselenses habían especulado con la salida de Almunia si España mantenía con Javier Solana el puesto de Alto Representante de la UE en la próxima legislatura. Pero parece que, de momento, Madrid no renuncia a seguir contando con un puesto de comisario.