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Cumbre

El G-7 ve señales de mejoría económica y promete apuntalarla con más medidas

El G-7 constató hoy indicios de mejoría económica en el mundo, pero apuntó que las perspectivas siguen "débiles" y prometió apoyar la recuperación con medidas de estímulo fiscal y ayudas a los bancos importantes.

Los ministros de economía del G7 y el G20, tras su reunión en Washington
Los ministros de economía del G7 y el G20, tras su reunión en WashingtonEFE

"Los últimos datos sugieren que el ritmo de caída de nuestras economías es más lento y están emergiendo señales de estabilización", dijo el G-7 en un comunicado al concluir su reunión ministerial en Washington. "La actividad económica debería comenzar a recuperarse a finales de este año", indicó el Grupo, pero también destacó que las perspectivas son "débiles" y que persisten riesgos "a la baja".

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, señaló en una rueda de prensa tras el encuentro, que "es apropiado estar un poco animados, pero es demasiado temprano para concluir que estamos cerca de emerger de la oscuridad que cayó sobre la economía mundial".

Al igual que hicieron los ministros en su reunión el pasado mes de febrero en Roma, en esta ocasión se comprometieron a aplicar medidas de estímulo económico, pero "sin deteriorar la sostenibilidad fiscal a largo plazo".

También acordaron "restaurar el crédito, proveer la liquidez necesaria, inyectar capital en las instituciones financieras, proteger los depósitos y los ahorros y solucionar el asunto de los activos de mala calidad". Además, el G-7 prometió respaldar a "las instituciones financieras más importantes".

Pese a estar aún en el medio de la crisis, Geithner ya miró hacia adelante y pidió un patrón de crecimiento "más equilibrado" de cara al futuro, que se fundamente en la demanda interna "de todas las economías principales".

En los últimos años, la economía mundial ha dependido en gran medida del consumo en Estados Unidos, mientras que China y Japón, por ejemplo, han potenciado la exportación en lugar de su mercado interno. No obstante, con la pérdida de riqueza de las familias en Estados Unidos por la caída de los valores bursátiles e inmobiliarios, no están en posición de gastar tanto como antes, según los expertos. Sin embargo, la mención a un crecimiento "equilibrado" no apareció en el comunicado del G-7.

Su reunión fue seguida de un encuentro del G-20, en el que no participó España, según fuentes del Tesoro estadounidense, a diferencia de la anterior cumbre presidencial de este grupo, que se celebró en Londres el 2 de abril.

Es algo inusual que un encuentro del G-7 sea acompañado por uno del G-20 y refleja, según los analistas, la importancia que ha ganado el grupo más amplio, al incluir a países como China, India, Rusia y Brasil.

"El G-7 está siendo reemplazado por el G-20 como la institución principal de coordinación económica", dijo a Efe John Williamson, un experto del Instituto Peterson de Economía Internacional.

Uno de los asuntos principales de ese encuentro, tras el cual no hubo un comunicado conjunto, fue el reforzamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) con 500.000 millones de dólares adicionales. Hasta ahora, Gobiernos de todo el mundo han prometido aportar 325.000 millones de dólares. Parte de los recursos se destinarán a la nueva Línea de Crédito Flexible, creada por el FMI para dar un colchón adicional de reservas a los países con buenas políticas económicas.

El G-7 señaló en su comunicado, que apoya su uso por parte de México, Colombia y Polonia. Hace unos días, el Consejo Ejecutivo del FMI aprobó el programa para México y le otorgó recursos por valor de 47.000 millones de dólares. Mientras, Colombia solicitó una línea de crédito por valor de 10.400 millones de dólares y Polonia por 20.500 millones de dólares.

En la reunión del G-20 también está previsto que se trate el reparto de 250.000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (SDR, por su sigla en inglés) a los países miembros del Fondo, como forma de aumentar las reservas de los bancos centrales. El SDR es una moneda virtual creada por el FMI que se puede intercambiar por una moneda fuerte, como dólares o euros.

"Es necesario apresar esa emisión y que sea distribuida a los países, porque significa liquidez", dijo a la prensa en Washington el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, uno de los participantes en la reunión del G-20.

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