Ordóñez urge a la banca a que se fusione y diversifique su negocio
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reclamó ayer a la banca que reduzca costes con el cierre de oficinas y fusiones. Considera que hay demasiadas sucursales y entidades, algo que fue secundado por los responsables de Santander y Popular. También pidió a la banca que diversifique su negocio.
Qué palancas de actuación están disponibles en las entidades financieras españolas para que puedan hacer frente a la crisis? Esta es la pregunta que puso ayer sobre la mesa el gobernador. Las recetas facilitadas son las tradicionales, reducción de costes con cierre de oficinas y las fusiones. Y sumó otra más novedosa: 'Diversificarse hacia nuevos negocio'.
Según explicó en unas jornadas organizadas por Abc, 'la diversificación es algo positivo, pero debe emprenderse con cautela', aunque considera que ésta es una 'posibilidad para compensar los menores ritmos de expansión del crédito, y con ello el previsible estrechamiento del margen de intereses'.
El supervisor, que ya tiene en su poder los resultados de los informes realizados a la banca ante escenarios macroeconómicos extremos, aseguró que las cuentas de resultados de la banca han comenzado ya a estar presionadas a la baja en España, situación que persistirá en el medio plazo. El estrechamiento del margen de interés, las menores comisiones y plusvalías por la venta de participadas, unido a unas cada vez más elevadas provisiones por el fuerte crecimiento de la morosidad deteriorará más sus cuentas de resultados en los próximos ejercicios.
Ordóñez reclamó, ante ello, reducir los costes de explotación, casi lo único en lo que las entidades tienen aún margen de maniobra para influir positivamente en los beneficios. Es 'la palanca de actuación más efectiva y sobre la que deben centrarse los esfuerzos de las entidades'. Ello significa no sólo limitar su crecimiento sino reducirlo con el cierre de oficinas, lo que favorecerá también 'la productividad de las que permanezcan operativas', señaló el gobernador.
El consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz, y su homólogo de Popular, Roberto Higuera, también creen que es momento de cerrar sucursales, pese a que hasta hace unos meses se estaban aún abriendo. Pero el supervisor considera que para algunas entidades reducir costes es insuficiente. Por ello, reclama 'procesos de reestructuración que permitan ajustar su tamaño aprovechando sinergias y economías de escala'. Impulsar las fusiones, pero 'sin presiones y no dirigidas'.
Sáenz fue más duro que en otras ocasiones al criticar las medidas 'indiscriminadas' puestas en marcha por los gobiernos europeos y dijo que 'no se puede regalar dinero' a entidades mal gestionadas. El ejecutivo repitió esta idea en referencia a España, donde en breve se creará un fondo para rescatar entidades. También pidió que los bancos sanos puedan comprar a los que están en quiebra y no al revés. Añadió que sería un error permitir 'que sigan operando 'bancos débiles'. Dijo que se está demonizado en exceso a los grandes bancos, cuando son los que más valor crean. Citó como ejemplos de entidades bien gestionadas a HSBC, BBVA y Santander.
Una ley en espera
El gobernador reconoció que los cambios en la ley de cajas tendrán que esperar. 'Tiene que ser un debate político tranquilo y sosegado', dijo en relación a reducir el peso político en estas entidades, a dar derechos políticos a las cuotas participativas y a eliminar las trabas a las fusiones interregionales. Dijo que lo más necesario era crear un fondo de recapitalización para cajas y bancos, que puede ser aprobado en el Consejo de Ministros de la próxima semana.