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Columna
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Revitalizar las titulizaciones

El credit crunch hizo de las titulizaciones un mundo sucio. Pero esto no significa que el Gobierno de Reino Unido esté equivocado al echar una mano al mercado de los títulos hipotecarios. Trocear enormes cantidades de hipotecas sin valor en títulos y vendérselos a los inversores que no eran conscientes de su pobre calidad minó el sistema financiero. Este modelo llamado 'originar y distribuir' desplazó en parte a los préstamos convencionales, por los cuales los bancos hacían préstamos a los clientes directamente. Se estima que por encima de un tercio de los préstamos hipotecarios británicos fueron en títulos respaldados por hipotecas.

Ahora el Gobierno británico está preparado para llevar a cabo nuevas acciones para revitalizar el moribundo mercado de los títulos respaldados por hipotecas. Desde mediados de enero ha planeado garantizar cupones por 50.000 millones de libras de títulos hipotecarios emitidos por los bancos. El Presupuesto que el Gobierno británico presenta hoy dará un paso más, permitiendo a los inversores que compren los bonos usar opciones de compra para asegurarse que pueden revender a los bancos emisores a la par.

El subsidio estatal para un modelo de negocio controvertido en el corazón de la crisis parece disparatado. Además, existe el riesgo de que los bancos atiborren a los contribuyentes con más préstamos de mala calidad.

Pero podría estar equivocado al ser demasiado purista en el asunto dada la severidad de la crisis y los continuos riesgos. Es malsano para la economía en general y abocará a muchos mercados hipotecarios a desaparecer de repente. Y la titulización, en proporción, tiene su lugar. El problema fue que se situó fuera de control. Lo que importa es que los activos subyacentes están sanos.

Los títulos hipotecarios con garantía estatal necesitarán que su calidad sea vigilada con cuidado. Y la ayuda estatal para el mercado debería ser sólo muy provisional. Pero mientras un estímulo para este impopular mercado puede ser difícil de digerir, lo mismo puede decirse de muchos otras intervenciones estatales hechas para aliviar la crisis.

Geroge Hay

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