Las cajas de Castilla y León critican las presiones políticas para que se fusionen
El presidente de Caja de Ávila, Agustín González, recién elegido presidente de la Federación de Cajas de Ahorros de Castilla y León, advirtió ayer de que la 'presión' política ejercida sobre las seis entidades de la región y el tempo marcado para cerrar un proceso de integración conducían al 'precipicio'.
El nuevo portavoz de las cajas castellanoleonesas ha valorado como positiva, la decisión de la federación de tomar las riendas para marcar ellas mismas los plazos y estudiar modelos de consolidación alternativos a la fusión virtual que se intentó imponer desde el ámbito político.
Fiel al mensaje de no poner en manos de los medios de comunicación excesiva información sobre el proceso y de trabajar calladamente, el presidente de Caja de Ávila, presidente de la Diputación abulense y sucesor de José María Arribas al frente de la federación regional respondió con evasivas al rosario de preguntas al que fue sometido, si bien sí reconoció que inicialmente el impulso que quisieron darle PP y PSOE al proceso pilló por sorpresa a las cajas y no supieron reaccionar a tiempo.
'En un principio nos sentimos presionados desde el punto de vista político y al final se llegó donde se llegó porque era imposible seguir con esa presión y había temor de caer por el precipicio porque no estábamos pisando terreno firme. No tuvimos tiempo de reaccionar al principio', indicó González.