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Tribuna
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La responsabilidad de los profesionales financieros

He tenido la oportunidad de contrastar en los últimos meses las opiniones de un gran número de colegas, tanto en el ámbito empresarial como en el bancario, en relación con la ya duradera crisis financiera que está condicionando significativamente nuestra manera de trabajar. Fruto de esas opiniones y de mi análisis personal, el presente artículo pretende aportar una, espero, novedosa visión de cómo podemos enfrentarnos a la situación haciendo hincapié en la actitud que debemos adoptar los profesionales financieros.

La crisis ha alcanzado una dimensión histórica a nivel mundial y probablemente nos falta todavía perspectiva temporal para calibrar adecuadamente todas sus consecuencias pero, además, en España ha supuesto la revisión en profundidad de un modelo económico que ha demostrado ser insostenible en el tiempo.

Desde el punto de vista empresarial, la cuenta de resultados, y yo diría que el denostado Ebitda, no son ya los principales indicadores financieros sino que el énfasis debe ponerse en el balance y en particular en el cash flow; realmente en el free cash flow, mientras los costes financieros hasta hace poco prácticamente ignorados han pasado a tener una importancia capital junto con la gestión del capital circulante. En definitiva, obsesión por la liquidez, el cash management y la gestión de tesorería.

En este contexto, es el momento de tomar acciones, de asumir el liderazgo dentro de la empresa por parte de los responsables financieros, más allá de los típicos programas de reducción de costes:

l Obteniendo líneas alternativas de financiación y de generación de caja en supply chain financing, operaciones de trade (factoring, reverse factoring y confirming), monetizando activos, liberando efectivo bloqueado.

l Revisando los sistemas operativos, así como los procesos y procedimientos corporativos.

l Integrando las diversas funciones involucradas (comercial, compras, operaciones…) en todos los aspectos relativos al capital circulante.

l Mentalizando a todos los miembros de la compañía desde la presidencia y el consejo, cada vez más preocupados por estos temas, hasta los empleados de menor nivel.

Debemos destruir algunos falsos mitos, huyendo de actitudes wait and see, proponiendo nuevos esquemas, usando nuestra imaginación y creatividad, analizando y gestionando los riesgos implícitos. Es también tiempo de invertir en nuevos sistemas y procesos cuando normalmente se tiende a restringir al máximo los gastos. Es el momento de estar alerta de posibles soluciones que hayan funcionado y que podamos replicar, hablando más que nunca con nuestros colegas e incluso con nuestros competidores en estructuras multiparte con un enfoque win-win.

En este sentido, las relaciones bancarias se tornan más complejas que nunca, sí, pero también más sinceras y directas donde la credibilidad recíproca resulta esencial ya que los responsables financieros de las empresas han de efectuar el preceptivo análisis de riesgo de contrapartida.

En conclusión, una crisis de esta trascendencia no puede ser abordada con soluciones tradicionales y mucho menos con actitudes contemplativas sino que requiere una verdadera transformación por parte de cualquier tipo de compañía independientemente de su tamaño, cifra de ventas, rating o sector de actividad ya que, en mi opinión, no hacerlo constituye un lujo que nadie puede permitirse en los actuales tiempos.

Luis Montesinos. Asesor financiero y ex tesorero de Alcatel Lucent Iberia

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