Silvio Berlusconi está tan convencido de que su partido se va a convertir en la facción más importante del Partido Popular Europeo (por encima, incluso, de los conservadores alemanes) que ya ha pedido por escrito que el presidente del próximo Parlamento europeo sea Mario Mauro, uno de los probables diputados de la derecha italiana. Algunas predicciones de voto, sin embargo, apuntan a que la voz cantante en la derecha europea seguirá siendo alemana, pero con un marcado acento polaco.
El estudio presentado la semana pasada por la consultora Burson-Marsteller augura que la CDU/CSU alemana caiga hasta los 35 escaños (desde los 49 actuales), pero que siga siendo la delegación nacional más importante dentro del PPE.
La italiana podría subir hasta los 30 europarlamentarios. Pero el gran salto lo daría la delegación polaca que casi se doblaría desde los 15 escaños actuales y dejaría muy atrás a la menguante delegación española que perdería dos de sus 24 miembros en esta legislatura.
"Por primera vez, veremos dentro del PPE a una gran delegación procedente de uno de los nuevos estados miembros", señaló el pasado martes Simon Hix, de la London School of Economics y uno de los autores del estudio. Si es así, la primer consecuencia, probablemente, será que el "PP" polaco reclame la presidencia del Parlamento al menos durante la mitad de la legislatura. Sobre todo, si la otra mitad, como pretende el PSE, la ocupa el socialista alemán Martin Schulz.
Foto: Pasadizo del Parlamento europeo sobre la calle Belliard, Bruselas (B. dM., 2009)
