Las empresas destinan 2.000 millones en 2008 para formación
La inversión media en las grandes firmas es de 370 euros por empleado al año.
La inversión en formación en España ascendió a 2.095 millones de euros en 2008, un 2,24% más respecto a 2007. De esa cifra global, el 66,92%, o lo que es lo mismo, 1.402 millones de euros corresponde al mercado externalizado de formación continuada, que incrementa su volumen en un 2,86%. Los datos aparecen en El estado del arte de la formación, informe que anualmente realiza la consultora de formación y desarrollo de personas æpermil;logos. Según este estudio, el modelo de formación vigente en España aprovecha la crisis para reajustar algunas de sus deficiencias, mostrando un cambio de paradigma.
Por primera vez en los últimos años, desciende el número de horas por trabajador, de 34 a 32 en las grandes empresas, aunque la inversión sigue aumentando ligeramente, de 353 euros a 370 por trabajador. Y es que, tal y como ha ocurrido en otras áreas de recursos humanos, como los modelos de liderazgo y gestión, la formación evoluciona desde la cultura de las horas y la presencia física a un modelo más alineado con objetivos: los cursos ahora son más cortos pero requieren más componentes tecnológicos (contenidos multimedia, foros de aprendizaje colaborativo) y una mayor preparación para asegurar la relevancia para el alumno y la transferencia de lo aprendido a su puesto de trabajo.
De esta forma, toman especial relevancia los sistemas de gestión de la formación, en los que las nuevas tecnologías (Talent Management Systems, Learning Managent Systems, permiten obtener mejores informes, control en tiempo real, y diseños personalizados, optimizando los procesos y reduciendo los costes.
Entre las modalidades de formación destaca el formación online, que continúa su carrera ascendente, según el informe de æpermil;logos, ganando peso a costa de la formación presencial, que este año pierde algo menos de peso que en los ejercicios anteriores. Su presencia es mayor en grandes empresas, donde alcanza el 20% de la formación impartida, que en administraciones públicas y agentes sociales, donde se mantiene en un 14%. Si a estos resultados les sumamos la modalidad denominada blended, en la que formación se combina ambas modalidades, online y presencial, se llega a una media del 21,9% de la formación impartida con parte o con la totalidad de los contenidos online. La formación del futuro parece acercarse cada vez más a esta vía, en la que se optimizan las posibilidades de unas y otras metodologías para combinar sus ventajas: la rapidez y flexibilidad de la formación online con la mayor capacidad para la puesta en contexto y el cambio de actitudes que favorece la presencial. Las tecnologías de la información y de la comunicación siguen siendo las áreas formativas principales de esta modalidad, donde la formación online supera en un 25% a la presencial. Le siguen prevención de riesgos laborales, productos, servicios y procesos. Esta tendencia viene siendo la misma en los últimos años.
En cuanto a los contenidos, parece haberse estabilizado el peso proporcional de cada una de las áreas, pues hay pocos cambios respecto al año anterior: se mantienen especialmente estables idiomas y prevención de riesgos laborales.
Las áreas de habilidades y de liderazgo continúan destacando en el sector de las grandes empresas, mientras las técnicas resaltan en los agentes sociales y tecnologías de la información en las administraciones públicas. Las dos áreas formativas que resaltan dentro de todos los segmentos siguen siendo liderazgo, habilidades, atención al cliente, formación técnica, productos y temas corporativos.
Una inversión de futuro para la próxima década
El cambio de ciclo de la economía mundial, que ha llevado a la recesión a las economías desarrolladas, obliga a repensar la perspectivas en el campo de la formación para la próxima década. Sobre esta reflexión Mariano Baratech, presidente de æpermil;logos, asegura que en un mundo cada vez más globalizado, la empleabilidad de las personas depende muy directamente de su cualificación profesional, de su capacidad de aprender, ponerse al día y reciclarse. 'Para ello, hace falta cada vez más formación y de mejor calidad'. Son años de eficiencia y optimización de recursos, pero también de apostar por la formación para mantener la posición que a España tanto le ha costado alcanzar, dice.