Salgado reunirá en días a los agentes sociales para hablar de 'crear empleo'
La recién nombrada vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, priorizará en su mandato las 'reformas necesarias' para crear empleo, 'sin desatender a los desplazados por la crisis'. Se reunirá la próxima semana con empresarios y sindicatos para reactivar el diálogo social.
Arropada hasta por ocho ministros, la toma de posesión de la nueva vicepresidenta económica del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, sirvió ayer de aperitivo para comprobar las prioridades de su departamento, que va a desarrollar en los próximos meses. Ante un auditorio plagado de altos funcionarios, y varios empresarios de renombre como Florentino Pérez y Miguel Ángel Villar Mir, la flamante y nerviosa ministra utilizó sus primeras palabras para agradecer a su predecesor en el cargo, Pedro Solbes, todo 'lo aprendido' por ella en el tiempo en que han compartido gabinete. 'Mi buen amigo, gracias por tus desvelos; contigo he aprendido el valor de la honestidad y que en política se está para hacer y no para ser', recalcó, ante la atenta mirada de altos cargos del departamento como el secretario de Estado de Economía, David Vegara, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, el director general de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche, y el interventor general de la Administración del Estado, José Alberto Pérez.
Salgado repitió uno tras otro los tres objetivos del nuevo Ejecutivo que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero remarcó el martes: medidas para anticipar la recuperación económica, fortalecer la cohesión territorial y apuesta por el cambio de modelo productivo.
'Tenemos que salir a buscar la recuperación económica porque si esperamos sentados a que venga del sector exterior ésta no llegará o al menos con la intensidad adecuada', recalcó. A su juicio, las reformas necesarias deben ir todas ellas encaminadas a 'crear empleo', en un momento en el que el paro registrado alcanza ya los 3,6 millones de personas. En este sentido, anunció que se reunirá la próxima semana con empresarios y sindicatos para reactivar un diálogo social que hasta ahora estaba pilotado desde el Gobierno exclusivamente por el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho. Salgado arengó a los agentes sociales para que colaboren 'conjuntamente' en la salida de la crisis, 'incluso con algo más que el diálogo social' si fuera necesario.
Tales palabras tienen su relevancia en un momento en el que hay abiertas varias mesas de negociación pero sin resultados concretos. De hecho, empresarios y sindicatos se encuentran enfrascados en la defensa de sus propios intereses. Unos con la bandera del abaratamiento del despido y otros con el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios. La arenga se extendió a la banca, en su papel de mediadora del crédito que necesitan las pymes y los autónomos.
Salgado hizo un guiño también a la colaboración de comunidades y ayuntamientos, interlocutores muy próximos a ella en su anterior etapa de titular de Administraciones Públicas, para que arrimen el hombro en una situación como ésta de profunda recesión. De hecho, el Gobierno tiene en mente reeditar el próximo año el actual plan estatal de inversión local, dotado con 8.000 millones de euros para creación de empleo urgente.
Pese a que la nueva vicepresidenta evitó ayer dar cifras sobre la coyuntura actual, como tenía acostumbrados Solbes en todos sus discursos, sí destacó que la economía internacional vive ahora el peor momento desde la II Guerra Mundial, lo que está afectando a España vía menores exportaciones. La salida de la crisis de los socios de la UE 'es vital para acelerar la recuperación'. Mientras tanto, toca austeridad en el gasto aunque ello no implicará, en su opinión, que se deje sin cobertura 'a los desplazados por la crisis'.
En estos momentos, su departamento tiene pendiente elaborar el techo de gasto del Estado para el año 2010 para el que Solbes había previsto recortes importantes en todas las partidas, algo con lo que el presidente Zapatero está en desacuerdo. De momento, en su toma de posesión contó con el apoyo de buena parte del gabinete como Bibiana Aído (ministra de Igualdad), Cristina Garmendia (Ciencia e Innovación), María Teresa Fernández de la Vega (vicepresidenta primera), Celestino Corbacho (Trabajo), Miguel Ángel Moratinos (Exteriores), Miguel Sebastián (Industria), Beatriz Corredor (Vivienda) y Elena Espinosa (Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).