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Ana María Fernandes

'Los inversores no quieren tener riesgos'

Está tranquila. Dice que el sector de las energías renovables no sufre la crisis. Ha tomado las medidas para que su plan de negocio no se vea afectado.

Dirige la cuarta operadora de energía eólica del mundo, con parques repartidos en Estados Unidos, en Brasil y en seis países de Europa, entre los que destaca España, donde la compañía tiene el 42% de sus activos eólicos y más de la mitad de sus trabajadores. Economista, nació en Mozambique hace 46 años y compagina el cargo de consejera delegada de EDP Renováveis (EDPR) con la vicepresidencia ejecutiva del grupo EDP. Su currículo está plagado de puestos de responsabilidad en distintas organizaciones como Gestión e Inversión, sociedad del Grupo Banco Portugués; Banco Efisa, Grupo BFE-Banco de Fomento y Exterior, BPI, GDP-Gás de Portugal, Galp Energía y Galp Power. Asegura, en contra de lo que puede parecer, que su carrera profesional ha ido lenta pero segura. 'Siempre me he entusiasmado con todos los proyectos que me han ofrecido, ese es el secreto'.

¿Cómo afecta la situación económica mundial al sector de las energías renovables?

No nos está afectando. Los parques eólicos serán con certeza parte de la solución para salir de la crisis. Además, es un sector que crea empleo. Nosotros somos una empresa joven y necesitamos cubrir áreas en las que estamos creciendo, por eso vamos a seguir creando puestos de trabajo. Lo bueno de nuestra compañía de renovables es que todo el equipo de profesionales ha sido seleccionado por mí y existen unos principios de cooperación y de lealtad muy fuertes. A pesar de la crisis, nos divertimos y formamos una gran familia, además no nos está afectando de momento porque hemos tomado medidas para afrontar esta crisis, eso nos da flexibilidad y nos permite no poner en riesgo nuestro plan de negocio.

Las energías renovables tienen el apoyo del Gobierno. Recientemente, Obama puso a España como ejemplo pionero en este sector.

Para las empresas públicas de renovables es mucho más fácil enfrentarse a este periodo, sobre todo sino se está endeudado, como están otros sectores como puede ser el inmobiliario. Aunque las recetas no sirven para todos por igual, las empresas de renovables están siendo apoyadas por los gobiernos porque responden a una necesidad real que existe. Nosotros tenemos como objetivo mantener al personal y mantener la calma. Te duele el alma escuchar las noticias todos los días, que sólo anuncian despidos y cierre de empresas.

¿Se involucra usted personalmente en la selección de sus profesionales?

Por supuesto. Cuando nos expandimos a otros países siempre lo hacemos de manera muy selectiva y buscamos a profesionales locales de reconocida competencia, no imponemos a profesionales portugueses sino a gente que conoce muy bien el lugar en el que nos vamos a implantar. Somos muy prudentes cuando decidimos abrir un nuevo mercado y observamos primero si podemos desarrollar talento local. La mayoría de nuestros empleados tienen una alta cualificación, ya que disponen de un título universitario o de un máster. Cuando adquirimos en 2007 la compañía norteamericana Horizon Wind Energy incorporamos a cuatro personas portuguesas; hoy la empresa cuenta con 300 profesionales americanos. Esta fórmula nos funciona.

¿Por qué les funciona?

Porque apostamos por la gente joven, por la multiculturalidad que al final es lo que enriquece a una institución. Buscamos y necesitamos personas que participen, que aporten nuevos valores y actitudes a la corporación. Es un sector muy dinámico y necesitamos de esta forma de actuar.

En una situación como la actual, ¿cómo hay que comportarse?

En estos momentos, la realidad es volátil. Es importante ser consciente de lo que está pasando y crear en las organizaciones unas condiciones de flexibilidad para pasar el momento y volver a resurgir cuando pase todo esto. Debo decir que siento felicidad por estar en un sector como en el que estoy, que en estos momentos, y a pesar de las dificultades, es privilegiado.

¿Qué aporta como gestora a los que trabajan a su lado?

Calma. Mi equipo sabe que conmigo tiene asegurada la comunicación, que no existen las barreras, que si algo fomento es que la información fluya por toda la organización. Y yo me tengo que esforzar para que aprovechemos este momento, ya que estamos en un sector que no está amenazado, y no podemos desperdiciar el talento que tenemos. Ahora tenemos que volcarnos todos en conseguir los objetivos marcados. No me cabe duda de que lo vamos a conseguir porque tenemos un equipo de profesionales de altura. Ese es el secreto,. A pesar de las circunstancias, tenemos que seguir motivando y estimulando a nuestra gente. Yo soy la encargada de generar confianza.

¿Cómo lo consigue?

Soy miembro del consejo de EDP, al que pertenece EDPR, y soy la correa transmisora del accionista mayoritario, entonces soy la encargada de mantener informado al personal de todo lo que sucede en la organización. Incentivo que sea una gestión muy participativa, que haya diálogo, que todo el mundo pueda decir lo que piensa. Cuando llegan los problemas los afronto con soluciones, no los evito, y me vuelco sobre todo en áreas que considero claves para nuestro desarrollo y nuestra expansión. Lo importante es priorizar, y en estos momentos una de las áreas fundamentales es la de recursos humanos. Tenemos que alinear los objetivos del negocio con las necesidades de las personas.

¿Y cómo se motiva?

Hace tres años me ofrecieron participar en la filial de renovables, una pequeña empresa dentro de un gran grupo. Me han dado áreas pequeñas, que eran casi nada, el sector de gas y de renovables, que son pilares de la compañía.

Usted inició su carrera en el sector financiero, ¿qué lección extrae de esta experiencia?

Mi formación de base es la económica. Cuando empecé las empresas no tenían la costumbre de tener un director financiero y contrataba a los bancos y a las consultoras para que desempeñaran este papel. Hoy día, esta figura ya forma parte de la estrategia de la empresa. Esta formación me sirvió cuando me cambié al sector del gas, tenía un saber hacer y la parte financiera se combina con la gestión de la compañía.

Dentro del sector energético trabaja en un área considerada responsable.

Tiene buena reputación, aunque hay diferentes tipos de renovables. Empresas como la nuestra, como Acciona o Iberdrola, están bien vistas por tener un bajo nivel de riesgo. Los inversores no quieren riesgos.

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