Inversión segura con rentabilidad más alta
Aunque la economía mundial salga de la recesión a final de 2009, las perspectivas de crecimiento para los años siguientes son, en el mejor de los casos, mediocres y están amenazadas por la digestión delas masivas políticas reflacionistas de los Gobiernos y bancos centrales. Por esto, en muchos sectores y compañías, en términos de rentabilidad/riesgo, parece más apropiado ser bonista que accionista, percibiendo unos intereses recurrentes sólo supeditados a que la empresa siga siendo solvente en lugar de esperar a unos beneficios y dividendos inciertos. Los diferenciales crediticios son muy altos y descuentan una morosidad exagerada, vista la determinación de las autoridades monetarias para contener el credit crunch.
Pese al atractivo de los bonos corporativos de alta calidad, hay muchos inversores que no están dispuestos a asumir el riesgo de impago y buscan refugio en unos activos monetarios cuya rentabilidad se acerca peligrosamente al 0%. Atenazado por la crisis y una extrema aversión al riesgo, parte del mercado ignora que ha aparecido un nuevo activo que, sin riesgo significativo de morosidad, paga una prima muy apreciable: los bonos bancarios garantizados por los gobiernos. Son decenas las nuevas emisiones de instituciones financieras de toda condición y solvencia que están recibiendo la garantía incondicional e irrevocable de los respectivos estados y por lo tanto su calificación crediticia AAA o AA+. Aprovechando que los tipos de la deuda en la zona euro han divergido extraordinariamente y otorgan una elevada probabilidad al aberrante y descartable escenario en que algún país suspende pagos y/o abandona la divisa común, estos bonos lamayoría a 3 años pagan un diferencial medio superior al 1% respecto a la deuda alemana y permiten triplicar la miserable rentabilidad de las letras.
Roberto R. Ruiz Scholtes. Director de estrategia de UBS Bank