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Día de euforia en el parqué

El optimismo inunda la Bolsa

La Bolsa española vivió ayer su segunda mejor jornada del año con una subida del 4,69%, aupada por la euforia que cundió en todos los mercados financieros. De los 35 valores del selectivo, 28 lograron revalorizarse más de un 2%. La agenda de compromisos del G-20 proporcionó combustible a un mercado aún sobrevendido.

Automóviles como espejo de la situación económica mundial. Varios datos dieron ayer un impulso optimista a la dura coyuntura internacional: las ventas de vehículos en EE UU cayeron en marzo menos de lo esperado y escapan del pozo de los mínimos de 27 años, en el que habían caído en febrero; la asociación industrial alemana VDA informó de que las ventas nacionales de coches crecieron el mes pasado un 40%. Tras los varapalos de los últimos días, la industria de la automoción registró ayer una apreciación media del 12,3% en la Bolsa europea. Simultáneamente, las buenas noticias procedentes de la cumbre de Londres terminaron de apuntalar una ganancia contundente. El Dax, un 6,07%; el Euro Stoxx, un 5,67%; el Cac, un 5,37% y el Footsie, un 4,28%. El Ibex se apreció un 4,69%.

El índice español cerró en 8.334,7 puntos, lo que supone el mejor nivel desde comienzos de febrero. Todos los valores salvo Unión Fenosa (-0,06%) terminaron en positivo. Las ganancias más importantes fueron para Gamesa, que mejoró un 13,68%. Pero el peso de la subida lo llevó la banca, muy castigada durante todo el año. BBVA consiguió revalorizarse un 10,28%; Santander, un 9,46%; Bankinter, un 9,16% y Banco Popular, un 9,11%. El volumen neto en el mercado continuo superó los 3.250 millones de euros. Aunque es una cifra baja para el promedio al que estaba acostumbrado el mercado, supone una clara mejoría sobre el promedio de este año, donde la negociación diaria cae muchos días por debajo de 1.000 millones de euros.

Varios asuntos confluyeron en el mercado para propiciar este optimismo. Uno fundamental es que la cumbre del G-20 celebrada en Londres dio más resultados de lo esperado, ya que los Gobiernos presentes se comprometieron a aportar un billón de dólares adicionales para reflotar la economía mundial, con la aspiración de crear 20 millones de empleos en los próximos dos años.

Mientras, en EE UU tenía lugar un acontecimiento técnico, pero trascendental: la relajación de la regla conocida como mark to market. Esta norma obliga a valorar los activos de una empresa a precio de mercado. Con todas las cotizaciones desplomándose, esta norma estaba dinamitando las cuentas de muchas entidades, obligadas a dotar provisiones constantemente.

En Europa, el BCE dio una pequeña sorpresa al no rebajar de golpe los tipos de interés y limitar el recorte a sólo 25 puntos básicos, frente a los 50 que esperaba casi todo el mundo. Así, el precio del dinero en la eurozona pasa del 1,5% al 1,25%. El presidente de la autoridad monetaria señaló que habrá más recortes de tipos y dio indicios de que empleará medidas de relajación cuantitativa. Esto implicará aumentar la liquidez y la profundidad del mercado haciendo compras de deuda, en la misma línea del paso iniciado por la Fed el mes pasado y que supuso un cambio de ritmo en la fuerte tendencia bajista que hasta entonces llevaban los mercados.

Con esta combinación triple y sin olvidar que muchos mercados siguen aún extraordinariamente castigados, las compras cundieron por doquier en toda clase de activos. En Wall Street, la referencia financiera mundial, las ganancias fueron muy importantes. El Dow Jones mejoró un 2,79%; el S&P 500 avanzó un 2,87% y el Nasdaq se anotó un repunte del 3,29% y ya está en positivo en el balance anual (1,62%).

El futuro de la economía mundial aún sigue lleno de sombras, pero sin duda algo ha cambiado al menos en los mercados financieros, los primeros que adelantaron la crisis global. Hace un mes, no había ningún gran índice bursátil cuyas pérdidas acumuladas en el año fueran inferiores al 15%. En Europa, el Euro Stoxx, Fráncfort y Madrid perdían más de un 20%. A día de ayer, el peor índice de todos era el S&P Mib de Milán, que registra un descenso de 13,6%.

Las claves de la sesión

Reacción en todos los frentes:- Los indicadores de riesgo crediticio se relajaron en la última sesión. El Itraxx Crossover, que mide la diferencia entre la rentabilidad de la deuda pública europea y los bonos de alto rendimiento de 50 empresas europeas, bajó 24 puntos básicos, a 938. Hace una semana este índice se encontraba por encima de los 1.000 puntos básicos.- La referencia económica positiva de la jornada fueron los datos revisados de pedidos a fábrica en Estados Unidos; mostraron un aumento en febrero del 1,8%, por encima del 1,5% que esperaban los analistas y tras sufrir una caída del 3,5% en enero. Es el primer ascenso en los últimos siete meses.- La rentabilidad de la deuda, que evoluciona a la inversa que los precios, registró una subida tanto en EE UU como en Europa. El bono a 10 años español se situó en el 4,166% y el alemán, que escaló un 5,55%, al 3,160%. El bono estadounidense al mismo plazo cerró en el 2,753%.- El precio del petróleo experimentó un espectacular avance. El Brent, el de referencia en Europa, se revalorizó el 8,9%, hasta 52,75 dólares. Por su parte, el West Texas de EE UU concluyó en 52,6 dólares después de sumar el 8,7%. El mercado confía en que la reunión del G-20 sirva para restablecer el crecimiento económico mundial.

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