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Columna
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Un notable para la cumbre del G-20

El G-20 se merece un 7 sobre 10. La cumbre de Londres no lo ha resuelto todo, pero ha dado importantes zancadas en la batalla contra la actual crisis y en la prevención de las futuras.

Hemos establecido esta nota puntuando a los líderes mundiales en los 10 grandes temas a los que se enfrentaba el G-20. Cada tema ha sido puntuado con un cero, medio punto o un punto. Pero advertimos que este ejercicio no es definitivo: ni un cero equivale a que no se ha hecho nada ni un uno significa la perfección.

1. Estímulo fiscal. Los anglosajones se retiraron de su pretensión de aprobar un plan, a costa de déficits más altos, ante la presión de países de la Europa continental encabezados por Alemania. Incluso Barack Obama y Gordon Brown se dieron cuenta de que el gasto tiene sus límites. Un buen resultado (1 punto).

2. Sanear los bancos. Las naciones del G-20 dicen que están comprometidos a sacar los activos tóxicos de los balances de los bancos. Pero el plan de EE UU es aún sólo medio plan y la mayoría de la Europa continental parece que lo rechaza. Mientras, la profunda recesión puede estar empeorando los problemas (1/2 punto).

3. Desequilibrios comerciales. Pocos cambios harían más por mejorar la salud financiera del mundo a largo plazo que la reducción de déficits y superávits comerciales excesivos. Los déficits de EE UU y Reino Unido son demasiado grandes, como los son los superávits de China y Alemania. Pero los líderes a duras penas podrían tolerar el lanzar falsas alabanzas a la necesidad de enfrentarse a este problema (0 puntos).

4. Lucha contra el proteccionismo. Una vez más, excelente retórica. Todo el mundo está a favor de que los otros países mantengan bajas las barreras comerciales. Pero habría sido bienvenido algún compromiso tangible para recortar alguna de las últimas leyes y normas proteccionistas, del tipo Buy America, incluida el plan de estímulo de Obama (1/2 punto).

5. Impulsar el FMI. La promesa de dar 500.000 millones más al FMI debería ayudar a suavizar el golpe que se han llevado los mercados emergentes. Pero el banco multinacional tiene aún que demostrar que puede desembolsar los fondos adicionales rápidamente y con sabiduría (1/2 punto).

6. Comercio financiero. Un acuerdo para hacer disponibles 250.000 millones de dólares para el comercio de crédito tiene que ver con uno de los sectores más importantes y que más han sufrido. El comercio mundial está cayendo en picado en parte porque los exportadores no pueden obtener garantías de que serán pagados. Aceptando que se recibe dinero, los pobres que más lo necesiten recibirán una valiosa ayuda (1 punto).

7. Prevenir futuras crisis financieras. Hay un fuerte compromiso para parar que se hinchen nuevas burbujas. Las autoridades vigilarán el crecimiento del crédito y las sellarán. También regularán las instituciones financieras con más intensidad para que no les dé un ataque de locura. Hay alguna regulación de los hedge funds, pero no demasiado fuerte. En el futuro, el sector bancario será más pequeño, más seguro y más aburrido. Lo que no está nada mal (1 punto).

8. Paraísos fiscales. No tenían nada que ver con la actual crisis, pero la adopción de medidas enérgicas contra los paraísos fiscales es aún bienvenida, particularmente porque los Gobiernos van a necesitar hasta el último centavo que puedan conseguir en los próximos años para rellenar sus abismos presupuestarios (1 punto).

9. Confianza. Una conferencia a cara de perro habría intranquilizado a consumidores, hombres de negocios, inversores y banqueros. Pero se mantuvo la concordia a pesar de los amenazas infantiles de Nicolás Sarkozy de dar un plantón. El frente común aumentará la confianza, algo esencial para recuperar la economía (1 punto).

10. Estrategia de vuelta a la normalidad. Si la inflación está controlada y el endeudamiento de los Gobiernos no explota, las autoridades necesitan echar el freno a las medidas de estímulo fiscal tan pronto como las economías empiecen a remontar. El G-20 se ha propuesto hablar pronto sobre esto, pero los inversores mantendrán su escepticismo hasta que ellos empiecen a andar (1/2 punto).

Diez asuntos, siete puntos. Realmente no es un mal marcador. Pero resta una ingente cantidad de trabajo por hacer. La economía es todavía extremadamente frágil por lo que los líderes mundiales no deben dormirse en los laureles.

Por Edward Hadas y Christopher Hughes

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