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Inversión

El grupo Beijing compra el negocio mundial de suspensiones y frenos de Delphi

La corporación industrial Beijing West, formada por el fabricante chino de componentes Tianbao, el grupo siderúrgico Shougang y el Gobierno de Pekín, compró el negocio mundial de suspensiones y frenos del gigante estadounidense de componetes Delphi, informó hoy el diario oficial Shanghai Daily.

La antigua filial de General Motors (GM), que se independizó de ella en 1999 aunque sigue destinándole gran parte de su producción, confirmó en su portal el acuerdo de venta a la firma china, aunque está pendiente de ser aprobado por los tribunales estadounidenses que la protegen desde su suspensión de pagos en 2005.

"Como parte del plan de transformación de la compañía anunciado el 31 de marzo de 2006, Delphi identificó sus negocios de frenos y suspensiones como líneas de producción que no son clave y ya no encajan en el marco estratégico de futuro de la compañía", anunció Delphi mediante un comunicado.

La empresa concluyó que ambos subsectores "podrían ser más rentables y competitivos como negocios independientes o como parte de otra organización con el capital necesario para invertir y apoyar esos negocios".

De esta manera, el mayor fabricante mundial de componentes de automoción venderá a la corporación china maquinaria, equipamientos industriales y los derechos sobre su tecnología de suspensiones y de frenos, así como activos inmobiliarios relacionados con ambos subsectores.

Empleo para 3.000 trabajadores

Estas dos líneas de negocio de Delphi dan empleo a cerca de 3.000 trabajadores en México, Estados Unidos, China, Francia y Polonia, precisó la compañía.

En la actualidad, Delphi cuenta con una docena de fábricas en China (que venden, entre otros clientes, a la firma mixta de GM en el país, Shanghai GM), además de un centro de investigación y desarrollo en Shanghai y una empresa de ventas, en las que invirtió desde 1993 más de 500 millones de dólares (353 millones de euros).

Beijing West, controlada por Shougang en un 51%, por Tianbao en un 24% y por Pekín en el 25% restante, había anunciado planes de convertir la capital china en un enclave de fabricación de piezas, como ya lo es Shanghai, dentro de los esfuerzos del gobierno local por impulsar el sector.

La compra por parte de Beijing West se suma a la anunciada por el principal fabricante privado chino, Geely, que la semana pasada anunció la adquisición de la productora australiana de transmisiones automáticas Drivetrain Systems International (DSI), que produce 180.000 transmisores al año y vende a Ford y a Ssangyong.

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