Apuesta por reformas urgentes para amortiguar el coste del ajuste
Vivienda, telecomunicaciones, ferrocarril, servicios y educación, sectores claves.
Tan mala es 'la exageración alarmista de las dificultades' como las 'llamadas bien intencionadas a la confianza en una pronta recuperación' que se produciría espontáneamente, sin necesidad de tomar ninguna medida relevante. Bajo esta llamada de atención simultánea al primer partido de la oposición y al Ejecutivo, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, enumeró ayer las reformas estructurales que considera urgente abordar para afrontar una recesión que calificó de 'severa' y amortiguar el coste del ajuste.
El gobernador emplazó al Ejecutivo a abordar 'con decisión y energía' el desarrollo del mercado del alquiler con el fin de casar mejor las ofertas y las demandas de trabajo y de dar salida al enorme stock de viviendas sin vender. Fernández Ordóñez consideró indispensable que las medidas adoptadas para mejorar la seguridad jurídica de los propietarios sean 'realmente efectivas', así como la liberalización de los plazos de duración de los contratos.
Para que las empresas españolas que producen bienes y servicios finales puedan competir en pie de igualdad con los países de nuestro entorno, resulta imprescindible, añadió Fernández Ordóñez, que aquellos sectores que proporcionan buena parte de los inputs intermedios que esas ramas requieren, reduzcan al máximo sus ineficiencias. Puso como ejemplo el sector energético, donde el grado de integración vertical y horizontal de los operadores sigue siendo muy elevado y las interconexiones con otros países 'no avanzan con suficiente rapidez'.
Ordóñez recuerda que desde hace seis años está pendiente de crearse el regulador ferroviario
El gobernador defendió la introducción de mayor competencia para el acceso a internet con el propósito de reducir su precio y extender su uso. También le propinó un tirón de orejas al Ministerio de Fomento, dirigido por Magdalena Álvarez, al echar de menos una mayor liberalización en el transporte por carretera, solicitada también por la Comisión Nacional de la Competencia, y en el transporte por ferrocarril. El gobernador recordó que en el sector ferroviario todavía está pendiente la creación del regulador, seis años después de que esta figura fuera aprobada por ley en el Parlamento. A juicio de Fernández Ordóñez, el impulso que tomaría el transporte ferroviario de mercancías al dar entrada a operadores privados ayudaría a cumplir los compromisos medioambientales contraídos por el Gobierno. En este contexto, abogó también por no dilatar más el desarrollo del nuevo modelo de gestión aeroportuaria.
La transposición de la directiva de servicios europea puede ser una buena oportunidad, abundó el gobernador, para acabar con todas las trabas estatales y autonómicas que todavía subsisten en este sector y suponen un lastre para el crecimiento. El éxito de la liberación de los servicios dependerá, dijo Fernández Ordóñez, de su adecuada aplicación a sectores claves como son los colegios profesionales y el comercio minorista.
Otra reforma que el Banco de España considera esencial es la extensión y mejora de la calidad de la educación secundaria, tarea en la que las comunidades autónomas deberían asumir un papel protagonista.
Estabilidad presupuestaria
El gobernador enfatizó la necesidad de abordar cuanto antes todas estas reformas para que, una vez se supere la fase más severa de la crisis y los mercados financieros internacionales recuperen la estabilidad, la economía española pueda retornar a tasas de crecimiento similares a las del pasado. Sería conveniente también, advirtió el gobernador, que después de todos los estímulos fiscales aprobados, el Gobierno empezara a diseñar una estrategia de regreso a las pautas de estabilidad presupuestaria, el único camino, dijo, para que los agentes económicos recuperen la confianza y no teman una fuerte subida de los impuestos al final del túnel.
El objetivo final de todas las reformas estructurales pendientes, combinadas con un horizonte razonable de estabilidad presupuestaria, sería promover un patrón de crecimiento que ponga mayor énfasis en la productividad, un escenario que contrastaría con el de los últimos quince años, concluyó Fernández Ordóñez.