_
_
_
_
Automoción

GM admite que la opción de suspender pagos es ahora 'más probable'

Suspender pagos ya no es tabú para General Motors. Frederick Henderson, el nuevo consejero delegado, dijo ayer que esta opción es ahora 'más probable' que en el pasado. Es toda una advertencia para que bonistas y sindicatos rebajen sus demandas en las negociaciones para reestructurar la empresa.

El Gobierno de EE UU favorece que la reestructuración de GM se haga dentro de un proceso de suspensión de pagos que ayudaría a financiar y tutelaría ofreciendo garantías a los clientes. Para Henderson, el compromiso de ayuda del Ejecutivo elimina la amenaza de liquidación que semejante procedimiento supondría para la automovilística.

Henderson, que fue nombrado sustituto de Rick Wagoner el pasado domingo por la propia Casa Blanca, dijo ayer en rueda de prensa que aunque no es la opción que favorezca, la suspensión de pagos es ahora 'más probable' que en el pasado. El ejecutivo, que ha estado en GM más de 15 años, explicó que, dentro del proceso acelerado de reestructuración que ahora debe acometer la empresa, podría haber circunstancias que fuercen llegar a este proceso.

Más aún, Henderson admitió que si no estuviera abierto a aceptar el uso de la ley de quiebras no podría haber aceptado el cargo ofrecido por la Administración. El sustituto de Wagoner afirmó que, de hecho, aunque el Gobierno les ha dado 60 días para reorganizarse, puede que no tome tanto tiempo instar una declaración de suspensión de pagos que esperan que se resuelva en un mes, algo que deja a muchos expertos en estos procesos algo perplejos. El fabricante de componentes Delphi lleva cuatro años en suspensión de pagos.

En cualquier caso, las palabras del nuevo piloto de GM de que la reestructuración se hará 'dentro o fuera del juzgado' son todo un mensaje de advertencia a los sindicatos y a los bonistas.

Mensaje

La automovilística lleva muchas semanas negociando un cambio en sus compromisos para sanear su balance y rebajar su abultada deuda, la prioridad de GM. Hasta ahora, el diálogo no ha llegado a ninguna parte y se ha registrado un parón en las conversaciones.

Bajo el procedimiento judicial es la empresa la que gana ventaja y de hecho, ayer el director financiero de GM, Ray Young, admitió a la cadena CNBC que las ofertas que se habían hecho hasta ahora a los sindicatos y los bonistas se han retirado a petición de la Casa Blanca.

El Gobierno, que ha protagonizado en GM y Chrysler una intervención casi sin precedentes, no ha dado instrucciones precisas sobre la negociación pero si especificado que se debe conseguir una 'máxima conversión de deuda a acciones'.

Bajo la batuta de Wagoner, GM había ofrecido a unos bonistas que poseen una deuda de 27.500 millones de dólares (20.770 millones de euros), un canje de acciones y liquidez además del mantenimiento de un porcentaje del pasivo.

Con los sindicatos se acordó la formación de un fondo para gestionar las prestaciones sociales (el seguro médico, fundamentalmente) al que la empresa aportara 20.400 millones de dólares (15.400 millones de euros). Ahora GM trata de cambiar los términos de este pacto para ofrecer acciones en la compañía en vez de liquidez.

Los sindicatos, uno de los pilares de la victoria electoral de Barack Obama, aún no han dicho nada. Los bonistas han expresado su descontento por no haber sido consultados ni por la empresa ni por el Gobierno sobre los últimos acontecimientos.

Merkel compromete ayudas a Opel, pero rechaza entrar en el capital

Alemania ayudará a General Motors (GM) en la búsqueda de un inversor y en la concesión de avales estatales, pero no entrará de forma directa en el capital. Por su parte, la compañía está dispuesta a tomar una participación minoritaria en la nueva Opel, que mantendría un 'acceso completo' a las patentes tecnológicas del consorcio automovilístico.Merkel, la canciller alemana, rechazó ayer que el Gobierno federal vaya a tener una participación directa en la nueva Opel, aunque sí garantizó otro tipo de ayudas. En su intervención ante 3.000 trabajadores en la planta de Opel en Rüsselsheim, Merkel pidió a la matriz estadounidense que presente un plan de viabilidad responsables en los próximos dos meses, como le ha exigido el presidente de EE UU, General Motors.El apoyo para garantizar el futuro de Opel ha generado disputas en la colación entre cristianodemócratas y socialdemócratas que gobierna actualmente Alemania, informa Efe. Opel necesita una ayuda financiera de 3.000 millones de euros para salir adelante en Europa y busca inversores y la ayuda del Gobierno alemán. La automovilística tiene cuatro fábricas en Alemania, además de otras en España, Bélgica, Polonia y Reino Unido.

Archivado En

_
_