Los precios de consumo caen por primera vez en medio siglo
El índice de precios de consumo armonizado se situó en marzo en el -0,1%, según el avance publicado ayer por el INE. Si Estadística confirma dentro de dos semanas la inflación en esa cifra, se trataría de la primera caída interanual de precios desde 1952. La reducción a la mitad del precio del petróleo y la debilidad de la demanda provocada por la crisis explican el histórico descenso.
No ha habido que esperar al verano. El Gobierno manejaba que en los meses estivales la inflación podría ser negativa, debido la efecto base del precio del petróleo. Pero la caída de la demanda interna suscitada por la crisis económica ha adelantado esa eventualidad: según el avance publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística, el índice de precios de consumo armonizado (que se elabora a efectos comparativos con la Unión Europea) bajó desde el 0,7% de febrero hasta situarse en marzo en el -0,1%, lo que supone la primera caída interanual desde que comenzase a elaborarse el indicador, allá por 1961. Yendo más atrás en el tiempo, estimaciones anuales elaboradas por el Banco de España sitúan la anterior caída de precios en 1952, en los años más duros de la autarquía económica impulsada por el dictador Francisco Franco. Pero la crisis financiera y económica global es la mayor sufrida por el planeta desde la Segunda Guerra Mundial, y el IPC es un nuevo baremo cuya comparación requiere echar la vista atrás más de medio siglo.
La caída de precios supone un alivio evidente para el poder adquisitivo de los hogares, especialmente de agradecer en tiempos de fuerte aumento del desempleo. Sin embargo, lleva aneja el riesgo de que dicha caída se mantenga en el tiempo y se generalice entre los distintos componentes de la cesta de la compra, lo que llevaría a la temida deflación. De momento, la principal causa de la reducción de precios sigue siendo el petróleo. El barril de crudo tipo Brent, de referencia en Europa, costaba hace un año 100 dólares, y ayer cotizaba en el mercado de Londres a alrededor de 48. La cuenta no ofrece complicación: un abaratamiento del 50% en uno de los principales insumos de la cadena productiva.
De hecho, los datos finales de febrero denotan la importancia de este componente en la inflación. Mientras el IPC general se situó en el 0,7%, la inflación subyacente (que excluye los componentes más volátiles del cálculo, esto es, los precios de la energía y los alimentos frescos) todavía estaba en el 1,6%. Un nivel muy bajo que a buen seguro habrá caído en marzo, aunque todavía alejado del concepto estricto de deflación.
El Gobierno resta importancia
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, atribuyó ayer la inflación armonizada de marzo a la evolución del crudo y pidió que se dé a ese dato 'la importancia que tiene, sin quitársela ni exagerarla'. En una entrevista en TVE, Solbes aseguró que el dato no nos pone en situación de deflación, entendida como caída continuada de precios en la que 'España no está todavía', sino en 'una posición de caída de la inflación'.
Para el portavoz de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, el dato muestra que la economía española 'no tiene pulso', y el hecho de que el IPC haya sido negativo por primera vez es 'una situación muy peligrosa porque los agentes económicos no están preparados para una situación como esta'.
Esperar el diferencial
La histórica caída de precios registrada en España podría dar lugar a que se agrande el diferencial negativo frente a la zona euro. En febrero, los precios crecieron medio punto menos que en la Unión Monetaria, cuando la media histórica es un aumento superior en torno al punto.