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Mercados

La Fed inyecta 1,15 billones en la economía con compras de deuda

La Reserva Federal anunció ayer lo que casi puede considerarse como una barra libre de liquidez para el mercado, al incrementar en 1,15 billones de dólares el dinero destinado a comprar activos. La medida desató una fuerte subida de la Bolsa y al mismo tiempo un rápido ajuste del dólar y de la rentabilidad de los bonos.

A dos horas del cierre de Wall Street, la Reserva Federal emitió un comunicado en el que informaba de que empleará un volumen adicional de 1,15 billones de dólares (un volumen casi equivalente al PIB de España) en comprar deuda privada y bonos del Tesoro de largo plazo, con el objetivo de 'mejorar las condiciones crediticias en el mercado privado' y lograr así que fluya la liquidez en el sistema.

La consecuencia inmediata fue que el índice S&P 500, el más representativo de la economía estadounidense, se apuntó una subida del 2,5% en unos pocos minutos. De forma simultánea, la deuda soberana a 10 años pasó de rentar un 3% a rendir un 2,5% y los bonos a 30 años, del 3,82% al 3,56%.

Otra consecuencia obvia fue el rápido debilitamiento del dólar, que pasó de cotizar a 1,3 unidades por euro a 1,35.

Como suele ocurrir, la euforia inicial dio paso a una cierta moderación. A pesar de ello, los principales índices de Wall Street se apuntaron al cierre de la sesión unas ganancias importantes. El S&P 500 ganó un 2,09%; el Dow Jones, un 1,23% y el Nasdaq, un 1,99%.

La Bolsa europea examinará hoy la decisión de la Fed, que está siendo mucho más agresiva que el BCE. El Ibex logró ayer su primera racha de siete jornadas consecutivas al alza desde 2005. El selectivo español ganó un 0,21% y cerró en 7.661,6 puntos, apoyado por valores como Mapfre (5,7%), Cintra (3,85%) y Criteria (2,79%). El índice acumula una ganancia del 12,4% en una semana.

El Euro Stoxx también mejoró un 0,34% y el Dax, un 0,21%. Pero otras plazas financieras cerraron a la baja. El Footsie cayó un 1,35%; el Cac, un 0,25%.

Bonos hipotecarios

En su comunicado, la Reserva Federal confirmó que 'la economía continúa deteriorándose' y subrayó que 'las duras condiciones de crédito pesan sobre el optimismo y el gasto de los consumidores'. Tras confirmar que mantendrá el objetivo de tipos de interés entre el 0 y el 0,25%, la Fed pasó a detallar otras medidas de estímulo no convencionales, como la compra de bonos hipotecarios.

La autoridad monetaria estadounidense, presidida por Ben Bernanke, señaló que incrementará en 750.000 millones de dólares la compra de titulizaciones hipotecarias. Se trata de bonos respaldados por los derechos de cobro de los préstamos hipotecarios; un producto de moda hasta hace un par de años y que ahora es imposible colocar mientras su valor se deteriora en los balances de los bancos. Así, el volumen total de titulizaciones incluido en el balance de la Fed pasará a ser de 1,25 billones de dólares. En la misma línea de actuación, el banco central duplicará el importe destinado a adquirir los llamados Agency Bonds, que pasa de 100.000 a 200.000 millones. Estos son títulos de deuda que están respaldados por el Gobierno y emitidos por las agencias hipotecarias Fannie Mae, Freddie Mac y Ginnie Mae.

La otra medida, largamente esperada por el mercado, es la de adquirir deuda pública para reducir la curva de tipos y facilitar así la financiación crediticia. 'El Comité ha decidido adquirir Treasuries de largo plazo y para ello invertirá 300.000 millones de dólares durante los próximos seis meses', explicó la entidad central en su comunicado.

La Fed está aceptando una enorme variedad de activos para dotar de liquidez a todo el tejido económico. Así, la institución también recordó que ha decidido ampliar su plan para hogares y pequeñas empresas, 'ampliando el rango de colaterales elegibles'. Eso quiere decir, aceptando bonos respaldados por un sin fin de activos como tarjetas de crédito y activos de distintos negocios. A la propia Fed no se le escapa, y lo deja muy claro, que a partir de ahora tendrá que vigilar muy cuidadosamente su balance. Una Fed entrampada en activos de pésima calidad sería el peor de los escenarios posibles.

Los gestores, más optimistas con la economía

Los gestores de fondos han dejado de anticipar un empeoramiento del escenario económico, según los resultados de la encuesta mensual que Bank of America Merrill Lynch realiza en el sector. Este nuevo optimismo no se traduce, sin embargo, en una mayor apuesta por la Bolsa. La clave de este recelo está en las dificultades que aún atraviesa el sector bancario.'La encuesta de marzo muestra indicios de que los inversores quieren creer en una recuperación económica. Sin embargo, las cautelas respecto al sector bancario se revelan como un sólido inhibidor del apetito por el riesgo', señala Gary Baker, corresponsable de estrategia de inversiones de Bank of America Securities. El sondeo refleja un equilibrio entre el número de gestores que espera un deterioro económico y el de los que confían en una recuperación. Es el resultado más positivo desde 2005 y su explicación fundamental radica en el nuevo impulso que ha tomado China. Hace dos meses, el saldo neto de gestores que pronosticaba un empeoramiento de la coyuntura económica del gigante asiático era del 70%, ahora es de tan sólo un 1%.Esta dinámica también tiene una lectura en clave de resultados empresariales. Ahora el porcentaje de expertos que anticipa un deterioro de las cuentas corporativas es del 29%, en contraste con el 43% que pensaba lo mismo en febrero.Aun así y aunque el 42% neto de los gestores opina que la Bolsa está infravalorada, el saldo de estrategas cuya posición en Bolsa es inferior a la de otros activos es del 41%. La preferencia por liquidez sigue en niveles elevados, un 38%. En consecuencia, las rentabilidades a esperar en unas carteras posicionadas básicamente en liquidez y en renta fija no deberían ser muy elevadas.

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