La gastronomía española desembarca en el Caribe
El Club Millésime reúne a algunos de los mejores chefs españoles en República Dominicana durante su primera edición internacional.
Más de 5.000 kilos de exquisitos productos de la gastronomía española viajaron la semana pasada hasta República Dominicana para ser degustados por más de 600 invitados durante la celebración de la tercera edición del club gastronómico Millésime (y primera fuera de nuestras fronteras). Más de 100 cochinillos, 600 perdices, 50 kilos de arroz, decenas de kilos de verduras o centenares de botellas de los mejores vinos del país volaron con el objetivo de promocionar la gastronomía española, tanto de vanguardia como la tradicional, y algunos de los productos más valorados de nuestra geografía, como el jamón ibérico, el vino, los quesos y el aceite de oliva, cuatro productos que contaron con sus propios embajadores españoles durante el encuentro. El acontecimiento gastronómico se desarrolló en Cap Cana, un complejo inmobiliario turístico de lujo situado en la zona más oriental del país.
Así, una buena parte de la élite gastronómica española, figuraban nombres de la talla de Ferran Adrià, Paco Roncero, Mario Sandoval, Adolfo Muñoz, Jordi Roca, Quique Dacosta, Joaquín Felipe, Enrique Martínez y los asturianos Pedro y Marcos Morán, dio a conocer al otro lado del mundo una de las cocinas más valoradas del globo y que ha vivido una enorme proyección internacional en los últimos años. El éxito fue rotundo. 'Entre todos hacemos que la cocina española tenga representantes importantes en todo el mundo', destacó Jordi Roca durante su ponencia, en la que deslumbró a los asistentes con su arte culinario -nunca mejor dicho, puesto que trabaja con el azúcar como si de un soplador de vidrio se tratase-.
Chefs y embajadores de productos españoles mostraron durante las dos noches gastronómicas del Club Millésime sus técnicas culinarias con las dos cenas degustación que tuvieron lugar el viernes y sábado de la semana pasada -la mesa de 8 comensales tenía un precio en torno a los 10.000 euros-. Además, empresarios, periodistas y demás representantes de los países hermanados en este acontecimiento culinario, tuvieron la ocasión de escuchar, en una serie de conferencias, algunos de los secretos del triunfo de sus cocinas. 'Las cosas no se hacen en un día, hace falta tiempo. El Bulli abre seis meses al año y sólo por las noches, por eso es difícil llamarlo restaurante. Para mi, más que un trabajo, es una forma de vida', destacó Ferran Adrià, que despertó una gran admiración entre los asistentes.
El jamón ibérico fue el producto estrella del evento culinario
La crisis económica que viven los mercados de gran parte del mundo, y que ya no escapa prácticamente a ningún sector o actividad, tampoco olvida el mundo de la gastronomía. La mayoría de los expertos aseguraron que será un año para trabajar duro y en el que el cuidado de los precios será fundamental. El embajador del vino, Custodio Zamarra, uno de los sumilleres más reconocidos y que llevó al evento de República Dominicana 12 vinos de diversas regiones para representar a España, aseguraba que de cara a este año 'será necesario tener sensatez en el precio de los vinos a la hora de recomendarlos para cuidar mucho la cartera'.
Será, además, un año para consolidarse en casa pero también para seguir trabajando en la internacionalización de la cocina y de los productos españoles. 'Este viaje forma parte de lo que venimos haciendo los cocineros españoles durante los últimos 15 años; divulgar la cultura gastronómica y los productos de nuestro país. El secreto de que nos conozcan es el esfuerzo y la apuesta por la divulgación', destacó el cocinero Quique Dacosta. Si bien, añade que 'hay sitios donde nos entienden más y otros en los que menos, pero hemos conseguido acercar nuestra cocina a muchos lugares'.
Aunque todos los platos y productos fueron degustados por los invitados (el famoso cubalibre de foie de Dacosta, el tartar de ciervo de Adolfo Muñoz, el cochinillo de Mario Sandoval o la fabada asturiana de la saga de los Morán, entre otras muchas exquisiteces culinarias), el producto estrella fue, sin lugar a dudas, el jamón ibérico.
Florencio Sanchidrián, el mejor cortador de jamón del mundo, encandiló al público durante una ponencia en la que no faltó la degustación por alguno de los asistentes, de uno de los productos españoles mejor valorados dentro y fuera de nuestras fronteras. 'Vengo de Moscú y es impresionante ver cómo el jamón gusta en todas partes; yo mismo me sorprendo', señala Sanchidrián, quien explica además que este producto, que requiere cierta temperatura, está mejor con el clima caribeño. 'Aquí esta mejor que en Rusia', afirma.
El hombre del aceite de oliva fue Carlos Falcó, marqués de Griñón, y los quesos españoles, que fueron otros de los importantes protagonistas del evento gastronómico, estuvieron representados por José Manuel Escorial, uno de los mayores especialistas del país en este producto. 'El mundo del queso en este momento tiene que salir de España, tenemos grandes productos, pero falla el marketing. La gente se queda impresionada al probar nuestros quesos y quieren saber donde se pueden conseguir; hay proyección, pero tenemos que seguir trabajando', comentaba el experto.
Cocineros de élite y grandes gastrónomos pudieron mostrar durante tres días en el país caribeño las técnicas de la cocina española. 'El objetivo de esta celebración es que los cocineros españoles constituyan un elemento revitalizador de la cocina dominicana, que está un poco dormida. Además, aquí hay un grupo importante de gente del máximo nivel que consideramos puede ser importante para la internacionalización de nuestra cocina y nuestros productos', comentó Manuel Quintanero, presidente del Club Millésime.
Mano española en El Caletón
Uno de los complejos de Cap Cana, el Club de Playa Caletón, lugar en el que tuvieron lugar las ponencias de los cocineros españoles y de diversos expertos de nuestra gastronomía, cuenta con una mano española que desde hace seis meses dirige su cocina. El chef Rodrigo Polanco tuvo ocasión de compartir cocina con los españoles durante el viaje. 'La gente que viene aquí busca algo muy clásico, buen género, pero respetando mucho las recetas tradicionales', explicó en referencia al tipo de cocina que él elabora en este país. 'La gastronomía dominicana y la española se llevan bien, pero no tienen comparación, en España existe más producto y variedad', añadió.
Lección de cocina dominicana
Los chefs dominicanos también tenían cosas que mostrar a sus colegas. Los españoles tuvieron ocasión de degustar uno de los platos más típicos de la región: el famoso sancocho.Esta receta tradicional dominicana cuenta con algunos de los víveres más clásicos del país, como el cilantro, la naranja agria, la yuca, el ñamen blanco, la yautia amarilla o la banana, algunos de sus principales frutos y verduras. Aquí, como en la cocina española más vanguardista, las frutas van más allá de los postres y platos dulces y se introducen con enorme facilidad en todos los platos.Entre las carnes, que para esta receta se preparan por separado, se utilizan fundamentalmente la res, el chivo, el cerdo y el pollo. 'Es parecido al cocido español, pero sin garbanzos o chorizo', explicó el cocinero dominicano Carlos Santiago. Un plato consistente y con mucho sabor.'La gastronomía española tiene una gran influencia en la cocina dominicana', destacó el cocinero Gregorio Martínez.Otros de los productos más valorados de este territorio son aquellos que vienen del mar: los pescados y mariscos caribeños. El chillo de Boca Chica, por ejemplo, es un pescado muy utilizado, pescado azul de carne colorada, tersa y con mucho sabor. Un pescado que, según los expertos hay que tocar muy poco.
Ferrán Adriá. Cocinero. 'Hay una crisis excesiva de confianza'
Adrià, que recibió durante su estancia en República Dominicana el premio al chef más influyente del mundo, otorgado por el Club Millésime, destacó respecto a la cocina española en un año complicado que 'la crisis ya ha afectado, pero no debemos ponernos dramáticos, lo que hay que hacer ahora es luchar sabiendo que va a ser un año difícil'. 'En España lo que hay es una crisis de confianza excesiva'.En cuanto a las tendencias que van a marcar la alta cocina durante 2009, el cocinero español, asegura que Japón tendrá una influencia importante. 'No es tan fácil definir en cocina lo que se va a llevar de cara al próximo año, aunque se pueden intuir algunas tendencias; y seguramente Japón tenga una presencia importante', comenta.Respecto a El Bulli, que protagonizó la ponencia del cocinero español, y que se ha convertido en un fenómeno de la gastronomía mundial, Adrià señaló que 'se ha convertido en un fenómeno porque no se buscaba. Sufrimos porque sólo 8.000 personas pueden vivir esta experiencia al año'. Pero esta curiosa fórmula (cerrar seis meses al año y abrir sólo por las noches) forma, sin duda, parte de este mito culinario internacional. 'En España se ha antepuesto la pasión al dinero en el mundo de la gastronomía, y eso es difícil que vuelva a ocurrir'.Albert Adrià, director creativo de El Bulli, anunció recientemente que dejaba el día a día del famoso restaurante, tras más de 20 años de trabajo. 'Albert ahora está más en El Bulli que nunca porque va por el mundo explicando lo que es. Además estamos en contacto muchísimo, aunque ya no tiene la presión del día a día, que es lo que él quería'.Además, los rumores de cierre han revoloteado entre los especialistas del mundo gastronómico en los últimos tiempos. Ferran ha sido claro. 'De momento vamos a seguir. Tenemos un acuerdo hasta 2012 y después ya veremos'.