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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Los dividendos, la mejor ancla de la inversión

Desde enero de 2008, las cotizaciones de las grandes compañías españolas han caído en Bolsa una media del 60%. Además, el consenso del mercado asegura que la tendencia bajista de los últimos quince meses no ha concluido, entre otras cosas porque el escenario financiero sigue sin despejarse y cada día que pasa el daño a la economía real es mayor, pues ya no queda prácticamente ningún sector manufacturero o de servicios que no haya experimentado recortes en su demanda y en sus estimaciones contables. Por tanto, el escenario para la inversión en renta variable no es el mejor de los posibles. Pero las grandes empresas todavía ofrecen un asidero razonable y consistente para hacer apuestas de inversión, tanto para quienes conservan sus títulos desde antes del crac como para los que quieran incorporarse ahora al capital de las compañías: el dividendo.

Si en 2008 las empresas que componen el Ibex 35 distribuyeron entre sus socios nada menos que 22.800 millones de euros, este año, con los compromisos ya adquiridos por las empresas, los abonos podrían llegar a superar los 31.000 millones. Esta cifra está distorsionada por el voluminoso esfuerzo de Endesa, que abonará 6.240 millones a sus accionistas, a razón de 5,897 euros por cada título, para devolver a los socios las plusvalías generadas por la venta de activos a Eon y, en parte, para financiar a su primer accionista parte de la compra de la participación de Acciona.

Pero, en todo caso, casi una treintena de sociedades del Ibex 35 han anunciado ya mantenimiento o mejora de su retribución, mientras que sólo ocho admiten reducciones en sus pagos por beneficios. El fuerte componente de empresas energéticas y de servicios en el índice, con un peso muy abultado de Telefónica, es determinante para que en el cómputo agregado las grandes empresas mantengan los pagos por dividendo en un ejercicio en el que repetir los beneficios va a ser complicado. Ese es el principal obstáculo que pueden tener los dividendos.

Los principales recortes ya admitidos llegarán de la mano de la banca, atrapada en la mayor crisis financiera de la historia, y con la amenaza de una recapitalización irreversible si los mercados financieros siguen cerrados y si la mora crediticia se eleva drásticamente en los próximos trimestres. Además, el hecho de que en los países del entorno la banca se haya recapitalizado, sobre todo las grandes entidades, y de que haya sido con dinero público fuerza a los bancos españoles a elevar sus ratios de solvencia para no perder las posiciones de calidad duramente ganadas en el mercado, tanto para captar recursos como para participar en vastas operaciones de financiación. Por ello, algunos bancos han anunciado ya la absorción de determinados pagos de dividendo, y puede ser una práctica que se extienda a lo largo del año para reforzar paulatinamente el capital y esquivar el recurso a una ampliación.

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